Tradición mexicana de piñatas navideñas ha trascendido fronteras
María León/EFE
Viernes, 22 de Diciembre de 2006
| En México, las piñatas son parte indispensable de las celebraciones de "las posadas". Foto PI/Karel DEL ÁNGEL
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Tucson, Arizona, E.U.A., 21 de diciembre.- Para muchas familias hispanas que viven en los Estados Unidos las piñatas, tradición muy mexicana que ha transcendido el tiempo y las fronteras, se han convertido en parte esencial de las celebraciones navideñas.
Desde hace seis años, Irene Rodríguez se dedica a la fabricación de piñatas, actividad que se ha convertido en un medio de vida para su familia.
"Tienes que tener mucha paciencia. Es un trabajo que toma mucho tiempo, paciencia y sobre todo dedicación", dijo Rodríguez en entrevista con Efe mientras remojaba el papel periódico con el pegamento que utiliza para dar forma a la piñata.
En México, las piñatas son parte indispensable de las celebraciones de "las posadas", tradiciones que, según historiadores, se llevan a cabo en ese país desde hace más de 300 años.
Las posadas, con sus procesiones, letanías y fiestas, recrean la historia del nacimiento del niño Jesús, cuando la Virgen María y San José buscaban albergue en la ciudad de Belén. Reúnen a familiares, amigos y vecinos, y en algunos lugares de México duran nueve días seguidos, comenzando el 15 de diciembre.
"Para muchas familias de origen mexicano, la piñata es mucho más importante que el arbolito de navidad durante esta época", aseguró Rodríguez.
La inmigrante mexicana de 45 años, originaria del estado de Sinaloa, indicó que durante la época navideña las piñatas más populares son las de forma de estrella, con siete o nueve picos, sobre todo aquellas de colores navideños como el verde y el rojo.
Esta semana, con la ayuda de su hija y de su esposo, Rodríguez ha hecho 50 piñatas en un periodo de tres días.
"La demanda es muy grande. Me hacen falta manos", dijo la inmigrante, quien trabaja arduamente en un taller ubicado en la parte trasera de su casa.
Aseguró que es difícil determinar cuánto tiempo toma elaborar una piñata, ya que conlleva varios pasos.
Primero, con papel saturado con engrudo -un pegamento hecho a base de agua y harina- se elabora una base hemisférica, la cual tarda varias horas en secar. Después se toman dos y se unen con alambre para hacer la base redonda.
Después se le colocan los conos de cartón que darán forma a la estrella y nuevamente se forra de papel periódico. Después que seca, la piñata "se viste". Este es el proceso en que se colocan los brillantes papeles de colores que dan vida a la piñata.
Rodríguez indicó que su interés por fabricar piñatas nació cuando vio hacerlas a una de sus vecinas en México, por lo que decidió tomar algunos cursos para aprender el arte.
"Mucha gente cree que es muy fácil hacerlas y no es así. Es una labor artesanal que requiere de mucha paciencia", aseguró Rodríguez, quien vende sus piñatas a una conocida cadena de productos alimenticios en el sur de Tucson.
Ella gana un promedio de 10,50 dólares por cada piñata.
Otro aspecto difícil es conseguir el periódico para hacer las piñatas, ya que a veces escasea, así como el cartón con que se hacen los conos.
"Tuvimos que cambiar el material que utilizábamos, porque el otro cartón era más oscuro y tenía un olor como a petróleo", comentó la artesana.
En México, las piñatas se solían hacer de ollas de barro o yeso, pero éstas podían convertirse en un verdadero dolor de cabeza para la persona a quien le cayera una encima. Rodríguez indicó que de vez en cuando algunas familias la buscan para que les haga este tipo de piñata.
"Ellos asumen todo el riesgo, ya que en este país uno tiene que tener mucho cuidado con las demandas", sostuvo.
Durante las celebraciones de Navidad, la piñata se rellena de dulces, frutas o maní. Algunas familias incluso gastan una broma a sus invitados al llenar por lo menos una de ellas de harina o confeti
