Prepara la ONU informe sobre las inhumaciones ilegales en Morelos
El Discurso
Viernes, 28 de Abril de 2017
En junio del año pasado, cuando se abrieron las fosas comunes irregulares de Tetelcingo, municipio de Cuautla, fueron exhumados 119 cuerpos. Foto: PI / Antonio Nava
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Carolina Moreno y Gabriela Gorjón, representantes en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, se entrevistaron en esta localidad con familiares de desaparecidos, autoridades de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) y trabajadores de la Fiscalía General del Estado (FGE) a fin de elaborar un informe sobre las fosas comunes en las cuales la FGE inhumó cuerpos de personas no identificadas sin respetar los protocolos de ley.
En las tres etapas de las exhumaciones que se han efectuado en esta localidad se han localizado 85 cadáveres, pese a que la FGE informó que sólo se habían enterrado 35. Entre los cuerpos rescatados están los de dos neonatos, un bebé y un niño de tres años.
En junio del año pasado, cuando se abrieron las fosas comunes irregulares de Tetelcingo, municipio de Cuautla, fueron exhumados 119 cuerpos, por lo que suman ya 204 cadáveres que no han sido identificados por algún familiar. En esa ocasión también estuvieron representantes de la Organización de Naciones Unidas.
En ambos casos, los enviados de la organización internacional se negaron a dar declaraciones porque, dijeron, sus reuniones con las partes involucradas son confidenciales pero adelantaron que plasmarán en un documento público sus observaciones acerca de las fosas clandestinas en Morelos y otros estados.
En la primera etapa de las exhumaciones en Jojutla, que se inició el pasado 21 de marzo, se extrajeron 39 embalajes con 45 cuerpos, aunque el fiscal Javier Pérez Durón había dicho que sólo habría unos 35 cadáveres que, según vecinos del panteón, fueron inhumados en julio de 2014 por trabajadores de la FGE.
El 26 de marzo la fiscalía suspendió los trabajos, aun cuando todavía quedaban cuerpos por sacar, porque descubrieron que debajo de lo que supuestamente era la fosa común había otra capa de cadáveres.
La segunda etapa se inició el 3 de abril; en esa ocasión sacaron 19 embalajes con 20 cadáveres.
En la tercera etapa de las exhumaciones en Jojutla, que comenzó el pasado 24 de abril, participan peritos de la UAEM, de la FGE, de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la División Científica de la Policía Federal. Al cierre de esta edición los expertos habían recuperado 20 bolsas, es decir, al menos 20 cadáveres, algunos de los cuales estaban sueltos, es decir, sin embalaje.
El miércoles y ayer fueron exhumados de las fosas de Jojutla los restos de un niño de tres años y de un neonato. En el primer día de trabajos fueron extraídos los huesos de otro neonato que estaba junto a dos cadáveres de adultos.
La madre de Viridiana, joven desaparecida, ha entrado a la llamada zona cero y descubrió que se inhumaron cuerpos sin el menor respeto a los protocolos. Mencionó que de cuatro cuerpos sólo se veía la mitad y el resto estaba incrustado en la pared de la excavación, por lo que tuvieron que ampliar el perímetro de la fosa para sacarlos, y debajo encontraron más cuerpos.
Se encontraron también un fémur y un cráneo, por lo cual no se abrió carpeta de investigación.
En la ampliación de la fosa, debajo de tablas de triplay, encontraron al menos 16 bolsas, según Angélica Rodríguez, de la asociación Regresando a Casa Morelos. En esta tercera etapa se han rescatado alrededor de 20 cuerpos, que se suman a 65 de las dos fases anteriores.
Se espera que este viernes continúen los trabajos, aunque los peritos anunciaron que trasladarán los más de 85 cuerpos a Cuautla para inhumarlos en el panteón Jardines del Recuerdo.
Activistas y familiares de desaparecidos exigen que la PGR llame a declarar al gobernador Graco Ramírez, en cuyo gobierno se detectaron estas anomalías.
Javier Sicilia, representante de la UAEM, demandó que el gobernador sea investigado por desaparición forzada, pues al menos ocho de los cuerpos hallados en Tetelcingo son de víctimas de ese delito.
Los cadáveres que la FGE inhumó clandestinamente en Tetelcingo ya fueron entregados a familiares que los reclamaron.