Pobreza, otra batalla que va perdiendo México
El Discurso
Lunes, 26 de Enero de 2015
| América Latina y el Caribe enfrentan el reto de ampliar los incipientes avances en la distribución del ingreso: CEPAL.
|
 |
ver galería
|
> Destaca la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que del 2005 al 2012 el porcentaje de personas en pobreza extrema en México pasó del 8.7 al 14.2
> México es de los países que poco contribuyeron a la disminución de la pobreza en la región
Entre las diversas batallas que libra el Estado mexicano, una de las que va perdiendo es la lucha contra la pobreza.
De acuerdo con un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en un periodo de siete años la pobreza extrema se incrementó en México.
El informe “Panorama Social de América Latina 2014” señala que en nuestro país había en 2005 un 31.7% de personas en situación de pobreza y un 8.7% en situación de indigencia o pobreza extrema.
Sin embargo para 2012 el porcentaje de personas en situación de pobreza no había variado, pues se mantenía el 31.7%, pero se había incrementado el porcentaje de personas en situación de indigencia o pobreza extrema a 14.2%.
El documento, que fue dado a conocer hoy en Santiago de Chile, añade que las tendencia a la baja de las tasas de pobreza y pobreza extrema se ha desacelerado e incluso revertido en los primeros años de la presente década, hecho que, asociado al crecimiento demográfico, deja como saldo un mayor número de personas en situación de pobreza extrema en 2013.
El informe de la CEPAL añade que México fue de los pocos países de la región que poco contribuyeron a la disminución de la pobreza.
En el mismo periodo de siete años, México pasó del 43 al 41 por ciento la incidencia de la pobreza multidimensional.
“En todos los países se produjo una caída de la incidencia de la pobreza multidimensional entre 2005 y 2012.
“Las bajas más notorias tuvieron lugar en la Argentina, el Uruguay, el Brasil, el Perú, Chile y la República Bolivariana de Venezuela, y fueron equivalentes a una disminución del índice de recuento del 7% o más por año, mientras que en El Salvador, México, Honduras, y Nicaragua se registraron caídas del 1% o menos por año”, señala el informe de la CEPAL Panorama Social de América Latina 2014.
De acuerdo con el organismo, el índice multidimensional de pobreza, integra aspectos monetarios y no monetarios del bienestar, se consideran carencias en empleo, protección social y rezago escolar.
“Si bien existe una gran heterogeneidad en cuanto a las situaciones de los países, en todos ellos se constata que la pobreza monetaria es la privación que más aporta a la pobreza multidimensional”, señala el estudio.
La pobreza, informó la CEPAL, afectó en 2014 a 28% de la población de América Latina, lo que revela que su proceso de reducción se ha estancado en torno a ese nivel desde 2012, mientras que en ese mismo periodo la indigencia (o pobreza extrema) aumentó de 11.3% a 12%, “todo ello en un contexto de desaceleración económica”.
“La recuperación de la crisis financiera internacional no parece haber sido aprovechada suficientemente para el fortalecimiento de políticas de protección social que disminuyan la vulnerabilidad frente a los ciclos económicos. Ahora, en un escenario de posible reducción de los recursos fiscales disponibles, se requieren mayores esfuerzos para apuntalar dichas políticas, generando bases sólidas con el fin de cumplir los compromisos de la agenda de desarrollo post-2015”, subrayó la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena.
Por otra parte, el estudio refleja notables avances en la cobertura educativa de las y los jóvenes latinoamericanos, pero indica que estos sufren mayores tasas de desempleo y menor protección social que los adultos. Además, están entre las principales víctimas de los homicidios en América Latina y el Caribe, donde se concentran siete de los 14 países más violentos del mundo.
“Los países de América Latina y el Caribe enfrentan hoy el reto de seguir impulsando los progresos significativos en la reducción de la pobreza y el desempleo, así como ampliar los incipientes avances en la distribución del ingreso, alcanzados en conjunto con la consolidación democrática, la estabilidad macroeconómica y las políticas sociales. Dichos logros parecen estar encontrando límites, ya sea para sostenerse o para expandirse.
“Estos límites se traducen en la disminución del ritmo o el estancamiento de los procesos de reducción de la pobreza y la indigencia, y de mejora de la distribución del ingreso, especialmente después de la crisis internacional de 2008”, señala el estudio.
