Obispos alaban acciones contra la ley del aborto
Prensa Intenacional
Miercoles, 06 de Junio de 2007
Deseamos sinceramente que quienes están llamados a examinar y a evaluar [la ley], lo realicen, Aguiar Retes. Foto:PI/Francisco GOMEZ
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México D.F., 6 de junio.- En vísperas de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación revise las acciones de inconstitucionalidad interpuestas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Procuraduría General de la República en contra de las modificaciones al Código Penal y la Ley de Salud que legalizan el aborto en la capital del país, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitió el día de hoy un comunicado de prensa en el que explica los motivos de la Iglesia Católica para reprobar dicha ley, y ensalza las acciones realizadas para detenerla.
“La Iglesia Católica en México se congratula por los esfuerzos institucionales que, desde diversas instancias, hoy se emprenden para que la Suprema Corte de Justicia revise con gran cuidado y atención la reciente ley que despenaliza el aborto en la Ciudad de México antes de las 12 semanas de gestación”, afirman en el documento.
El comunicado, firmado Carlos Aguiar Retes, obispo de Texcoco y presidente de la CEM, y José Leopoldo González González, obispo auxiliar de Guadalajara y secretario general, hace un llamado a los magistrados de la Suprema Corte para que realicen su dictamen atendiendo únicamente al Estado de Derecho.
“Deseamos sinceramente que quienes están llamados a examinar y a evaluar [la ley], lo realicen de un modo imparcial, movidos estrictamente por un alto sentido del Derecho, en el que se cuide con gran escrúpulo tanto la coherencia formal entre las normas de igual y distinto nivel como la justicia, que es un principio fundamental que reconoce lo que se debe al ser humano, por razón de su dignidad”, afirman.
Los obispos destacan enfáticamente que uno de los bienes fundamentales para el ser humano es la vida, y que los cristianos defienden el carácter sagrado de la vida humana porque ésta no es simplemente un fenómeno bioquímico sino una “perfección espiritual abierta y disponible a un destino trascendente”, así pues, aseguran, que la vida humana, por su peculiar naturaleza, no procede de la pura materia sino que exige ser creada directamente por Dios.
Según el documento, la vida humana no posee valor por el consenso social, la cultura, la decisión mayoritaria en una Asamblea legislativa o por la opinión de algún gobernante, sino que posee un valor implícito que “nadie ni nada puede derogar”, ni atentar en contra de los derechos que le asisten.
“El embrión humano, desde la fecundación goza de las características orgánicas que lo permiten reconocer como persona, es decir, como auténtico sujeto de derechos. Por ello, es que la vida humana naciente debe ser protegida desde la fecundación por todo Estado que pretenda ser auténtico”, sentencian.
Para concluir, el escrito de los obispos cita al Papa Benedicto XVI, quien, aseguran, declaró a propósito de las recientes reformas a favor del aborto en nuestro país:
“El cristiano está continuamente llamado a movilizarse para afrontar los múltiples ataques a que está expuesto el derecho a la vida. Sabe que en eso puede contar con motivaciones que tienen raíces profundas en la ley natural y que, por consiguiente, pueden ser compartidas por todas las personas de recta conciencia”. (Mensaje a la Academia Pontificia Pro vita, 24 de febrero 2007).