Oaxaqueños festejan la Noche de Rábanos de tradición centenaria
Olga Rosario Avendaño/EFE
Domingo, 24 de Diciembre de 2006
| En el festejo, la número 109, participan turistas y familias oaxaqueñas quienes llenan las mesas y departen lo tradicional de la comida oaxaqueña. Foto EFE
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Oaxaca, México, 24 de diciembre.- La población de la capital del estado mexicano de Oaxaca festejó el sábado la "Noche de Rábanos" de tradición centenaria en la que se exhiben obras escultóricas de este vegetal hechas por artesanos horticultores.
Después de varios meses de incertidumbre que vivió esta ciudad por las protestas de maestros y militantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), cientos de personas hicieron largas filas en el zócalo (plaza central) para disfrutar de esta tradición y apreciar las figuras efímeras presentadas por los artistas.
Los hortelanos montan escenificaciones desde un nacimiento de Jesús hasta los bailes de la Guelaguetza, una de las mayores fiestas de Oaxaca, que incluyen personajes religiosos o históricos, y obras de la imaginación de cada artesano.
En la festividad anual, la número 109, participaron 41 hortelanos adultos y se abrió la categoría infantil, en la que se inscribieron 58 infantes quienes esculpieron diversas figuras que fueron expuestas en una superficie de más de 500 metros cuadrados.
En el festejo participan turistas y familias oaxaqueñas quienes llenan las mesas y departen lo tradicional de la comida oaxaqueña, en especial los buñuelos, típicos del mes de diciembre.
En la categoría infantil fue premiado el tema "El Diablo y la mano con paz en Oaxaca" de Itzel Estefanía, en el que recordó los recientes enfrentamientos violentos en Oaxaca entre miembros de la APPO y la policía federal, lo que le permitió pedir el retorno a la paz y la tranquilidad.
En la categoría de adultos, el primer lugar se lo llevó Miguel Hernández con el tema "Boda Istmeña en la ciudad de Tuxtepec", y por la que recibió un premio de 12.000 pesos (1.100 dólares) y un diploma.
El alcalde capitalino Manuel de Esesarte dijo durante la entrega de premios que después de varios siglos en Oaxaca se mantiene la tradición en torno "al cultivo de las flores y las hortalizas, éstas se siguen conservando como arte y cultura de nuestra comunidad".
"La Noche de rábanos es una auténtica festividad de arte y un concurso donde las mejores figuras de los exponentes son las ganadoras, esta fiesta de color y creatividad es sin duda alguna una convivencia de arte y cultura sin distingos de clases sociales", dijo el alcalde.
La Noche de Rábanos nació en el siglo XIX, cuando los comerciantes acudían a la plaza de la Constitución (el zócalo) para vender sus productos para la cena de navidad, de acuerdo al historiador Alejandro Martínez.
El experto explicó que antes de 1897, quienes vendían hortalizas, hacían diversas figuras del rábano y los adornaban con lechuga, con el fin de "hacer más atractivos sus puestos, les ponían flores hechas de cebollas tiernas u hojas de lechuga".
Para estas figuras utilizan rábanos desde los más pequeños hasta los más grandes cuyo peso oscila entre los 8 y 9 kilos.
De manera simultánea al festejo en el Zócalo, los miembros de la APPO realizaron por primera vez en la historia su propia noche de rábanos en una plazuela cercana.
En esta segunda exposición se presentaron numerosas obras en las que predominó el tema político y social.
El artista Luis Valencia reprodujo en sus obras "la represión que que ha sufrido el pueblo durante estos seis meses, ve usted aquí un helicóptero donde una persona es aventada al vacío y quizá este hombre sea uno de los desaparecidos del movimiento".
Los artistas de la APPO también se inscribieron para recibir del ayuntamiento su dotación de rábanos y concursar en la tradicional Noche de Rábanos, "pero como no dieron garantías para que estuviéramos en el zócalo, pues mejor nos venimos aquí a la plaza del Carmen Alto", dijo Mario Guzmán.
Guzmán mostró una obra que refleja una de las víctimas de la represión, "se trata de una de las 17 personas muertas durante este movimiento".
En esta segunda exposición, el festejo fue acompañado de bailes y música, además de arengas políticas.
