Narcotráfico complica seguridad en frontera EEUU-México
Nestor Ikeda/AP
Jueves, 18 de Enero de 2007
Estados Unidos ha estado pidiendo a México en los últimos cinco años más seguridad en la frontera común para impedir el cruce de terroristas. Foto:AP
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Washington, EE.UU. 18 de enero. Estados Unidos ha estado pidiendo a México en los últimos cinco años más seguridad en la frontera común para impedir el cruce de terroristas. Pero el jueves admitió que en esa campaña hay un factor que complica los planes: el narcotráfico.
"El narcotráfico complica el ambiente de seguridad en la frontera", dijo Charles E. Allen, jefe de los servicios de inteligencia del Departamento de Seguridad Interior. "Es una actividad que involucra pandillas, figuras del crimen organizado y funcionarios corruptos que buscan en conjunto violar la integridad de nuestras fronteras".
El comentario fue hecho en una audiencia ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes a la cual Allen compareció junto con otros jefes de la inteligencia estadounidense para hablar sobre las actuales amenazas globales a la seguridad nacional.
John Negroponte, director de la Inteligencia Nacional, repitió sus comentarios de la semana pasada ante el comité similar del Senado, de que el presidente Felipe Calderón, quien asumió el poder hace seis semanas, estaba dando "los pasos para encarar los problemas en el norte de México".
El congresista Rick Renzi, republicano de Arizona, estado fronterizo con México, le preguntó si podía entrar en detalles sobre esos pasos de Calderón y si podía "tener la esperanza" de que entre las acciones figuraban las destinadas a impedir "la masiva emigración" de mexicanos a Estados Unidos.
Negroponte dijo que hablaría con más detalle luego, cuando la audiencia entre en su etapa secreta, pero le dijo a Renzi que más bien se estuvo refiriendo a la movilización del aparato militar para combatir la delincuencia y tráfico de drogas en estados del norte.
"Estamos observando los procedimientos", dijo Negroponte. "Hemos contribuido a los planes con informes de inteligencia".
La movilización de militares para esas tareas ha originado preocupación en grupos de derechos humanos.
Kenneth Roth, director de Human Rights Watch, dijo la semana pasada que "los militares están preparados para la guerra no para hacer de policías" y pidió a Calderón que cuidara que en las operaciones se respetaran los derechos humanos, incluidos de los sospechosos.
Allen dijo que "pese a las recientes operaciones del gobierno mexicano contra las drogas, la corrupción endémica y los limitados recursos continúan limitando en el largo plazo las posibilidades de éxito en los planes para evitar el cruce de drogas por la frontera".
Indicó que en el Departamento de Seguridad Interior la seguridad fronteriza era uno de los cinco pilares de las tareas de inteligencia, junto a la trata de personas, presencia de armas químicas o biológicas, seguridad de la infraestructura y radicalización de grupos locales.
Indicó que una mejor seguridad fronteriza "obligará a quienes participan en actividades ilegales a alterar sus métodos".
La frontera de unos 3.200 kilómetros "es el principal teatro de operaciones" para el narcotráfico que ingresa a Estados Unidos, dijo Allen indicando que para ello los contrabandistas utilizan todo tipo de procedimientos desde personas a camiones y túneles.
La situación se complicaba ante la rivalidad de los carteles de la droga dando lugar a "brotes de violencia brutal" en la zona.