NACIONALES: Reacciones encontradas por ley mexicana que favorece homosexuales
EFE
Viernes, 10 de Noviembre de 2006
La aprobacón de la Ley de Convivencia ha generado muchas reacciones incluso algunas muy encontradas en la sociedad mexicana. Foto:PI/Octavio NAVA
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México, 10 de noviembre.- La aprobación en el Distrito Federal de una ley que permite a dos personas que conviven juntas, independientemente de su sexo, tener derechos de sucesión, compartir obligaciones y patrimonio provocó hoy reacciones encontradas en la sociedad mexicana.
La ley, promulgada el jueves por los partidos de izquierda de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF, Congreso local), y rechazada solamente por los legisladores del conservador y gubernamental Partido Acción Nacional (PAN), crea las llamadas "Sociedades de Convivencia".
El Distrito Federal, donde habitan 9,2 millones de personas, forma parte de la Ciudad de México, una de las más pobladas del mundo, y es gobernado por el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Según Karini Flores, académica del Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana (UIA), este tipo de sociedad jurídica es distinta al concubinato porque "no necesariamente incluye a un hombre y mujer que deciden vivir en compañía", sino que abarca a "personas del mismo sexo que no necesariamente están juntas para cohabitar sexualmente".
En este sentido consideró, en un comunicado, que es un error pensar que la ley busca exclusivamente legalizar la cohabitación sexual de una pareja homosexual, porque trata de proteger las relaciones entre personas que tienen la intención de "procurarse ayuda mutua".
"Por ejemplo, una señora que al quedarse viuda, y cuyos hijos se fueron, decide vivir con otra, tal vez su vecina, con quien comparte su casa por años. Sucede entonces que la viuda muere y de pronto aparecen sus familiares a reclamar la casa y quitársela a la vecina", explicó la académica de la UIA.
La ley pretende entonces evitar dejar en estado de indefensión "a una persona que compartió un hogar con otra", y le permite, siempre que la sociedad de convivencia haya durado más de dos años, tomar decisiones si la pareja sufre algún accidente o enfermedad, precisó Flores.
Sin embargo, la ley ha sido duramente criticada por sectores religiosos y de derecha que la consideran una puerta a la legalización de las uniones homosexuales.
En un comunicado, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) opinó que la ley "veladamente" quiere dar origen a una legislación que en el futuro apruebe los matrimonios entre personas del mismo sexo, incluso con el derecho de adoptar niños, porque "la naturaleza les imposibilita engendrarlos entre sí".
El CEM se opone "tajantemente" a lo que a su juicio son actitudes que "dañan" al mismo hombre "en su proyecto de vida integral".
La Iglesia católica mexicana recordó que "el mismo cuerpo humano expresa la diferencia fundamental y complementaria entre un hombre y una mujer".
Por su parte, la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Patricia Espinosa, respaldó la aprobación de la ley porque "responde a necesidades actuales de la sociedad".
Indicó que la ley refuerza el concepto de la familia, el espacio "más importante" del núcleo social y no se refiere explícitamente a las relaciones homosexuales.
Para Espinosa es importante que esta nueva legislación se promulgue en los demás estados mexicanos porque "protege los derechos de personas que deciden vivir juntas".