NACIONALES: Líder del PAN se deslinda de críticas contra Chávez
EFE
Lunes, 06 de Noviembre de 2006
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México, 6 de noviembre.- El presidente del gobernante Partido Acción Nacional (PAN) de México, Manuel Espino, aseguró hoy que no llamó "dictador" al gobernante venezolano, Hugo Chávez, y que no participó en actos políticos cuando visitó Caracas el fin de semana pasado.
El político conservador dijo hoy en rueda de prensa que es "una mentira peligrosa" que se diga que ha hecho declaraciones relacionadas con las elecciones presidenciales que se celebrarán en Venezuela el próximo 3 de diciembre, porque a su juicio tensa "de manera innecesaria" la relación entre los dos países.
Espino estuvo el fin de semana en Caracas en su campaña de promoción para dirigir la Organización Demócrata Cristiana (ODCA), y se reunió, entre otras personas, con el principal candidato de la oposición, Manuel Rosales.
La Cancillería mexicana difundió el sábado un comunicado en el que señaló que las declaraciones "vertidas" por Espino el viernes en Caracas "referentes al proceso electoral que tiene lugar en Venezuela, fueron realizadas a título individual y no representan la opinión del Gobierno".
El político mexicano negó a la prensa que hubiera participado en la multitudinaria marcha que el sábado encabezó Rosales en Caracas.
"No hice acto de presencia en la marcha, la vi de lejos, desde el hotel donde me hospedé", insistió Espino.
"Mienten los que dicen que fui a la caravana, mienten los que dicen que hice un pronunciamiento con respecto al gobierno de Chávez, jamás fui a decirle dictador o autoritario, esas son expresiones en todo caso de los propios medios que las publicaron", manifestó.
Según el presidente del PAN, sus reuniones con políticos venezolanos se limitaron a los partidos miembros de la ODCA, que tienen "voz y voto en la decisión de quién va a ser el próximo presidente de esta internacional, en la que ahora mismo estoy participando como candidato".
México y Venezuela mantienen un conflicto diplomático desde finales de 2005, después de que Chávez llamase a su homólogo mexicano, Vicente Fox, "cachorro del imperio" por defender el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas, impulsado por EEUU.
Las relaciones entre ambos países fueron reducidas a encargados de negocios.