NACIONALES: Guerrillas de izquierda asumen responsabilidad por bombas
Eduardo Castillo/AP
Lunes, 06 de Noviembre de 2006
| Mientras tanto los líderes del movimiento, aseguraron que "nada tenemos que ver con los bombazos. Foto PI/Karel DEL ÁNGEL
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México, 6 de noviembre. Una coalición de cinco grupos guerrilleros izquierdistas del convulsionado estado de Oaxaca se declararon responsables el lunes de las bombas que explotaron por la mañana en el tribunal supremo electoral, un banco y la sede del ex partido gobernante, causando nerviosismo pero no víctimas en un país agitado por las protestas.
Manifestantes izquierdistas se baten con la policía por el control de la ciudad de Oaxaca desde la semana pasada, y la declaración de la guerrilla promete continuar las acciones "militares" _lo que aludiría a atentados similares a los de la madrugada_ hasta que renuncie el gobernador estatal de Oaxaca, como reclaman los manifestantes.
"Nuestro accionar político militar responde al compromiso asumido y a la convicción de replicar con la violencia revolucionaria a la violencia reaccionaría desatada por los señores del poder y el dinero", dijeron los grupos en una declaración fechada el lunes y enviada por correo electrónico a The Associated Press.
Los grupos dijeron que continuarán esas acciones "mientras Ulises Ruiz permanezca oficialmente al frente del gobierno oaxaqueño" y "mientras las fuerzas represivas federales y locales sigan reprimiendo al pueblo", en alusión a las fuerzas federales que pusieron fin a la toma del centro de Oaxaca por los manifestantes durante cinco meses.
Las tres explosiones, que ocurrieron de manera simultánea el lunes por la madrugada, no dejaron víctimas, pero sí daños materiales.
En el transcurso de la mañana se encontró una mochila sospechosa cerca de las oficinas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), donde se registró una de las explosiones, y horas después se confirmó que era un explosivo similar al desactivado la misma madrugada.
"Nos salió un quinto objeto explosivo... se abrió el objeto y resultó positivo", dijo en W Radio el secretario de Seguridad Pública de la capital, Joel Ortega.
Las explosiones dañaron una fachada del PRI, del Tribunal Federal Electoral y de una sucursal del banco Scotiabank Inverlat.
Un cuarto artefacto fue desactivado en otra sucursal de Scotiabank y el quinto se localizó frente a una tienda Sanborns, cadena del magnate mexicano Carlos Slim y a unos metros del PRI.
El alcalde capitalino Alejandro Encinas llamó a los habitantes de la ciudad a "no caer en una situación de preocupación extrema", pero pidió reportar de inmediato a las autoridades cualquier paquete o bulto extraño.
"Rechazamos tajantemente estos actos criminales, de atemorizar a la población y vamos a trabajar fuertemente por aclarar y por garantizar permanente a la población seguridad y tranquilidad, que es una de nuestras grandes obligaciones", dijo el presidente Vicente Fox a la prensa.
El presidente electo Felipe Calderón, que asumirá el poder el 1 de diciembre, también condenó los hechos y exigió que se castigue a los responsables.
"El recurrir o incitar a la violencia debe ser rechazado categóricamente por todos los mexicanos", señaló Calderón en un comunicado divulgado por su oficina.
Encinas calificó las explosiones como actos "de provocación que atentan contra la armonía y la tranquilidad".
La policía capitalina implementó un operativo de seguridad especial en oficinas federales, el Congreso y las embajadas.
Ortega precisó que sólo hubo una llamada anónima que alertó sobre las explosiones, debido a que la segunda que se había reportado resultó ser de una persona que avisó a la policía que se habían registrado una detonación.
En la sede del PRI quedó completamente destruida la fachada de un auditorio ubicado en uno de los edificios que forma el complejo.
Varios fragmentos de concreto, vidrios rotos y de una estatua del ex presidente y fundador del PRI Elías Calles quedaron esparcidos en la zona.
Aparentemente, hubo pocos daños dentro del edificio.
La explosión en el edificio del tribunal electoral dañó el primer piso y rompió las ventanas del segundo
En la sucursal de Scotiabank estallaron los vidrios de la fachada.
El cuarto artefacto desactivado en otra sucursal del banco estaba construido con un reloj digital, una batería, y el explosivo era una mezcla de nitrato de amonio y un combustible derivado del petróleo conocido como ANFO. Ortega dijo que el quinto explosivo era similar.
Las explosiones ocurrieron en medio de una tensión política en el estado sureño de Oaxaca, donde profesores de educación básica y organizaciones sociales exigen la salida del gobernador Ruiz, del PRI, y a unas semanas de que Calderón asuma la presidencia.
Flavio Sosa, uno de los líderes del movimiento, aseguró el lunes en W Radio que "nada tenemos que ver con los bombazos".
