México: Estudios indican mitos sobre las maras
Istra Pacheco/AP
Viernes, 23 de Marzo de 2007
"La naturaleza transnacional y criminal de las maras es bastante limitada", señaló el estudio realizado. Foto:PI/Antonio NAVA
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Mexico. 23 de marzo. La violencia asociada a las pandillas conocidas como las "maras" ha desencadenado un efecto mediático que a su vez ha dado paso a la exageración y la difusión de innumerables mitos, concluyó un estudio realizado por organizaciones de varios países.
Uno de esos mitos es la idea de que los integrantes de las maras tienen vínculos o redes transnacionales y que colaboran con el crimen organizado y el narcotráfico, pero la naturaleza anárquica de las pandillas no permite que eso se concrete.
Sólo algunos individuos que actúan en su carácter personal hacen trabajos muchas esporádicos con los carteles de narcotráfico.
Muchos gobiernos, como el mexicano, determinaron que las "maras" eran un asunto de seguridad nacional y reforzaron la vigilancia y las medidas represivas en la frontera sur, pero la violencia asociada a estos grupos se puede abordar con mayor éxito si se trata como un problema de seguridad pública.
"La naturaleza transnacional y criminal de las maras es bastante limitada", señaló el estudio realizado en conjunto por el Instituto Tecnológico Autónomo de México, la Oficina de Washington para América Latina, la Universidad Centroamericana de El Salvador y Nicaragua, con el apoyo de las fundaciones Ford y W. K. Kellogg.
"Además, la investigación indica que los esfuerzos por tratar el problema desde un enfoque de seguridad nacional son menos fructíferos que aquellos que atienden el fenómeno como un problema social, por ejemplo, desde un enfoque de derechos humanos y/o de salud pública, basado en las fallas (legales y económicas) estructurales del Estado" agregó el documento dado a conocer el jueves.
Según las investigaciones realizadas, en varios estados de México prácticamente no existen maras, con excepción del estado fronterizo de Chiapas. En Tijuana y otras ciudades cercanas a Estados Unidos hay individuos que pertenecen o pertenecieron a la maras, pero no actúan como grupo.
Más bien las pandillas locales, que cometen robos en sus mismos vecindarios, son el mayor problema que enfrenta México.
En El Salvador, Honduras y Guatemala, el problema de las maras sí es más grave aunque la naturaleza del conflicto es diferente en cada país.
Allí "la evidencia demuestra que los "maras" se han organizado mejor y se han vuelto menos visibles en respuesta a las políticas de mano dura y que la seguridad pública no ha mejorado", indica el estudio.
La impunidad es estos tres países, conocidos como el triángulo del norte, hace que personas no vinculadas a las pandillas cometan crímenes, que luego se les adjudican a las maras.
Para disminuir el fenómeno de las pandillas y la violencia y crímenes asociados a ellas se debe "desarrollar y asegurar las oportunidades de empleo para los ex pandilleros y asegurar su reinserción en la sociedad", es una de las recomendaciones de la investigación.
También sugieren realizar estudios sobre los factores que impulsan a los jóvenes a unirse a las pandillas, para de allí poder identificar posibles acciones preventivas. Cultivar actividades alternativas como los deportes, formación profesional en cómputo, electrónica, entre otras que les devuelvan la autoestima es otra posible solución.