Mexicana deportada prepara ayuno por reforma migratoria
Lisa J. Adams/AP
Viernes, 16 de Noviembre de 2007
Arellano perdió una lucha de un año para permanecer en Estados Unidos. Foto:PI/Fernando CASTILLO
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México, 16 de noviembre. Una mexicana que se ha convertido en una activista por los derechos de los inmigrantes dijo el viernes que iniciará una huelga de hambre para presionar al gobierno de México a que exija un mejor tratamiento a los indocumentados al norte de la frontera.
Elvira Arellano, ex indocumentada que perdió una lucha de un año para permanecer en Estados Unidos, dijo que se pondrá en huelga de hambre porque "quiero que nuestro gobierno actúe. Quiero que nuestro gobierno defienda a nuestras familias migrantes".
Al hablar ante un grupo de activistas por los derechos de los inmigrantes mexicanos procedentes de Estados Unidos, Arellano criticó el encarcelamiento de indocumentados en ese país, la construcción de cercas de seguridad en la frontera y el incremento en las deportaciones.
"¿Está México preparado para recibir a los deportados y sus familias? ¿Está preparado para garantizarles educación a los hijos (de inmigrantes) que son ciudadanos estadounidenses? ¿O se va a preparar para defenderlos de todos esos ataques?", cuestionó Arellano en la jornada inaugural del "Primer Parlamento de Líderes Migrantes Mexicanos que viven en Estados Unidos".
El encuentro, entre grupos de activistas y asociaciones no gubernamentales de Estados Unidos, se realizó el viernes y continuaría el sábado en la sede del Congreso mexicano.
Además de oponerse a las medidas contra los inmigrantes en Estados Unidos, los participantes han pedido que México reforme sus leyes al despenalizar el ingreso de indocumentados centroamericanos y de otras regiones al país.
Asimismo, quieren que el gobierno permita que los migrantes voten en las elecciones mexicanas e insisten en que su gobierno mejore las condiciones económicas y sociales locales, para reducir el flujo migratorio.
Arellano residió ilegalmente en Estados Unidos durante varios años hasta que fue detectada por las autoridades migratorias. Se refugió en una iglesia de Chicago durante un año en desafío a una orden de deportación, pero la dejó en agosto y fue arrestada y deportada luego de un discurso ante una concentración en Los Angeles.