Leales a clérigo chií abandonan gobierno
AP
Miercoles, 29 de Noviembre de 2006
Políticos leales al clérigo radical Muqtada al-Sadr abandonan el gobierno. Foto:AP
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Bagdad, Irak. 29 de noviembre. Políticos leales al clérigo radical Muqtada al-Sadr suspendieron el miércoles su participación en el gobierno y en el parlamento iraquí en protesta por la reunión en Jordania entre el primer ministro Nuri al-Maliki con el presidente George W. Bush.
Treinta legisladores y seis miembros del gabinete leales al clérigo chií dijeron el miércoles en un comunicado que la reunión con Bush "es una afrenta a los sentimientos del pueblo iraquí y una violación de sus derechos constitucionales".
En el comunicado se indicó que la visita de al-Maliki a Jordania "trata de apropiarse de la voluntad del pueblo en momentos en que los hijos de Irak escriben su destino con sangre, no con tinta". En el documento se aludió a Bush como "maldito", "El malvado más grande del mundo" y "criminal".
Al-Maliki y Bush se reúnen el miércoles en Amán para tratar de hallar maneras de frenar la espiral de violencia iraquí.
Los partidarios de Sadr, un clérigo que lideró dos insurrecciones contra los ocupantes norteamericanos, habían amenazado con abandonar el gobierno y el parlamento si al-Maliki viajaba a Amán para reunirse con Bush. El hecho de que ahora anuncien una suspensión de su participación en el gobierno, no su abandono, deja abierta la posibilidad de que retornen a sus funciones en fecha posterior.
La acción, así como la fecha escogida para el abandono del gobierno, ciertamente tendrán influencia en las posiciones de al-Maliki durante sus conversaciones con Bush. Algunos expertos creen que se trata de la más importante ronda de diálogo entre un líder estadounidense y un líder iraquí, desde que Estados Unidos invadió Irak para derrocar a Saddam Hussein en marzo del 2003.
El respaldo del bloque liderado por al-Sadr en el parlamento fue crucial para que al-Maliki fuese electo como primer ministro hace algunos meses. Y muchos señalan que ese hecho le ha impedido al primer ministro adoptar acciones contra el Ejército Mahdi, una milicia leal a al-Sadr acusada de emplear escuadrones de la muerte contra sus enemigos sunitas.
En el 2004, el Ejército Mahdi lideró dos insurrecciones contra las tropas norteamericanas en Bagdad y en buena parte del centro y del sur de Irak.
Una de las principales exigencias del gobierno de Bush ha sido que al-Maliki desmantele milicias como el Ejército Madhi o la Brigada Badr, vinculada a otro importante partido político chií, y también acusada de torturas y asesinatos de sunis.
Fuentes de la Casa Blanca señalaron que la intención del gobierno de Estados Unidos es disminuir la violencia en Irak y lograr la participación en el gobierno de los árabes sunis, que constituyen el grueso de la resistencia iraquí. Esa resistencia viene combatiendo desde hace tres años contra los ocupantes y es responsable por la mayoría de los casi 3.000 soldados estadounidenses muertos desde la invasión.