Indocumentados, atrapados entre temor a deportación y precarias ganancias
José Luis Castillo Castro/EFE
Domingo, 17 de Diciembre de 2006
Los migrantes se manifiestan preocupados tras la ola de redadas a fábricas en EEUU y en donde arrestaron a cientos de indocumentado. Foto AP
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Fort Worth, 17 de diciembre.- Para los hispanos indocumentados y de bajos recursos que viven en el norte de Texas, las fiestas navideñas suponen tiempos de meditación sobre su futuro y el de sus familias en sus países de origen.
Según datos de la organización Dallas-Fort Worth, el 40 por ciento de los residentes del norte de Texas es de origen inmigrante y sólo el 19 por ciento son ciudadanos naturalizados.
La misma fuente señala que de esa cifra, casi la mitad se encuentran en calidad de indocumentados.
Por eso, muchos hispanos en esa situación piden en sus oraciones que la suerte los acompañe y que sus familias sigan recibiendo la ayuda económica de siempre para poder sobrevivir.
Julián Arce, de profesión carpintero, llegó hace años a esta parte de Texas para buscar un futuro mejor y poder así alimentar a sus cuatro hijos y esposa que viven en San Luis Potosí (México).
Ante la última ola de redadas a fábricas en EEUU y en donde arrestaron a cientos de indocumentados, Arce cree que su estancia en este país peligra por su estatus migratorio y sólo espera que en esta época navideña "Dios escuche sus oraciones".
"Tengo que trabajar y mandar dinero para México, no me queda de otra, por el bien de mi familia", confiesa Arce.
Para Abel Villegas, la situación económica que atraviesa una persona indocumentada como él puede ser el pilar para "pensar seriamente en mi retorno a México".
"Ya las fábricas no quieren contratar a personas sin papeles, por eso trabajo dos días a la semana cuando hay suerte", asegura Villegas, quien pernocta en un refugio para indigentes por las noches porque "no alcanza ni para la renta".
"Tengo dos hijos en la preparatoria y una esposa que mantener", agrega y añade: "En invierno casi no hay trabajo y en lo que va de la semana sólo he ganado 15 dólares".
Para estas fiestas, varias organizaciones comunitarias en el norte de Texas preparan varias cenas para los más necesitados.
Martha Morales, natural de Guatemala, acudirá junto a sus dos menores de edad a una de las actividades que organiza Caridades Católicas de Fort Worth (Texas), donde además de una cena recibirá juguetes y diferentes donativos.
"Mis familiares en Guatemala no saben de los males que uno pasa por acá, también porque uno no lo cuenta porque siempre se habla de lo bueno nomás. Espero que pronto todo cambie, haya más trabajo y menos peligros para los indocumentados", afirma Morales.
Para otros como Sergio González, indocumentado y trabajador de la construcción, la mejor alternativa en tiempos difíciles es regresar con algunos ahorros a su pueblo de origen en Tamaulipas (México) y pasar las navidades junto a sus seres queridos.
"Y cuando se acaba el dinero, me regreso al norte como lo he hecho estos últimos 11 años; con la ayuda de Dios", asegura González.
De acuerdo a un reporte de la Oficina de la Contraloría de Texas, los indocumentados robustecen la economía de Texas con unos 17.700 millones de dólares al año.
Según la Oficina del censo, hay más 1,5 millones de hispanos en el norte de Texas y más de 6,5 millones en todo el estado.