Estancada la paz en México: IEYP
EL DISCURSO
Jueves, 07 de Abril de 2016
- En el último año, la tasa de delitos con violencia y la de crímenes de la delincuencia organizada disminuyeron 8 y 10% respectivamente. Sin embargo, la tasa de homicidios se deterioró por primera vez en cuatro años, con un incremento de 6.3% entre 2014 y 2015.
-Los cinco estados con mayores avances en sus niveles de paz en los últimos cinco años son Nayarit, Durango, Nuevo León, Chihuahua y Baja California. En 2011, estas entidades se encontraban entre los siete estados menos pacíficos.
La paz en México mejoró sólo 0.3% en el último año, sin embargo, la tasa de progreso anual, se estancó, de acuerdo con los resultados del Índice de Paz México (IPM) 2016, que dieron se dieron a conocer hoy durante su tercera edición.
“Dividimos la paz en dos conceptos. Si hablamos de la paz negativa, es con la cual construimos el índice de paz, hablamos de ella como la ausencia de la violencia o el miedo a la violencia. Mientras que la paz positiva, nos referimos como a la aptitudes instituciones y estructuras que fortalecen a las sociedades pacíficas, son todas aquellas condiciones que más allá de la ausencia de la violencia permiten que como ciudadanos 6engamos un desarrollo igualitario, así como la misma igualdad de oportunidades” expresó la coordinadora del Instituto de Economía y Paz, Patricia de Obeso.
De acuerdo con el reporte del Instituto de Economía y Paz (IEP), en 2015, la tasa de delitos con violencia y la de crímenes de la delincuencia organizada, disminuyeron 8 y 10% respectivamente. Sin embargo, esto se contrarrestó con un aumento del 6% en la tasa de homicidio, aunado al incremento de la tasa de delitos cometidos con arma de fuego y presos sin condena.
El IPM, producido por el IEP, ofrece una evaluación integral de la paz en México, que detalla el nivel de paz en cada uno de los 32 estados de la República, durante los últimos 13 años. El análisis del IPM toma en cuenta diversas fuentes, encuestas y apoyo técnico de un panel de expertos. Además, se hicieron ajustes en los datos para la falta de denuncia, mejor conocida como la “cifra negra”.
En el reporte también se evalúan los costos asociados a la violencia y los factores socioeconómicos relacionados con la paz, definidos como Paz Positiva.
La coordinadora del instituto de Economía y Paz mencionó que el gasto para la protección de violencia a nivel nacional es excesivo para los resultados malos que se tienen hasta el momento en algunos estados de la República.
“Al menos en los últimos años, 24. 5 billones de pesos es el gasto que realizan las empresas privadas en protección de la violencia y si hablamos del gobierno mexicano es de 440,000 millones de pesos gasto en el en protección de la violencia” apuntó.
Para estas estadísticas se utilizaron siete indicadores para analizar el nivel de paz: “tasa de homicidio, delitos con violencia, delitos cometidos con armas de fuego, presos sin condena, tasa de financiamiento de las fuerzas policiales, tasa de crímenes de la delincuencia organizada y eficiencia del sistema judicia”, señaló Patricia de Obeso.
Desde el punto álgido de la guerra contra el narcotráfico en 2011, el nivel de paz en México mejoró 13%. De acuerdo con el reporte, 25 de los 32 estados, son más pacíficos hoy que en 2011, con disminuciones de cerca del 30% en las tasas de delitos con violencia, homicidio y crímenes de la delincuencia organizada, entre 2011 y 2015. Sin embargo, es muy pronto para determinar si la ligera mejora en 2015 es una excepción a la tendencia de los últimos 5 años o si los niveles de paz seguirán estancados.
Además, el IPM señala que alrededor de 85% de los mexicanos viven en estados que son más pacíficos hoy que en 2011. Los cinco estados con mayores avances en sus niveles de paz en los últimos cinco años son Nayarit, Durango, Nuevo León, Chihuahua y Baja California. En 2011, estas entidades se encontraban entre los siete estados menos pacíficos.
Un aspecto que destaca el estudio es la tendencia hacia una mayor impunidad en homicidios, que se deterioró drásticamente a partir de 2007. En ese año había cuatro condenas por cada cinco casos de homicidio, pero hacia 2013 sólo había una condena por cada cinco casos. Esto, aunado al aumento de presos sin condena, revela la saturación del sistema judicial, como también lo indican las estadísticas de sobrepoblación en las cárceles.
“El principal reto que viene para esta organización es disminuir en las estados más críticos de delincuencia la taza de homicidios”, dijo.
Los cinco estados más pacíficos son: Hidalgo, Yucatán, Veracruz, Tlaxcala y San Luis Potosí. Mientras que las entidades menos pacíficas son: Guerrero, Sinaloa, Morelos, Baja California y Baja California Sur.
Sin embargo, el reporte destaca la necesidad de mejorar la confiabilidad de los datos oficiales en México. Existen por lo menos tres factores que cuestionan las estadísticas oficiales de la delincuencia: 93% de algunos delitos no se denuncian; hay una discrepancia del 20% en 11 estados, entre las víctimas de homicidio registradas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y las registradas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) basadas en actas de defunción; además, no incluyen a las 26,000 personas reportadas como desaparecidas desde 2007 por el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED), un número que se considera conservador.
“La discrepancia que existe en los homicidios que se reportan de la Cifra negra, 90% de las extorciones y el 83% de la violaciones no se denuncian, el motivo de no denunciar estos delitos es que la sociedad no confían en las autoridades y lo ven como una pérdida de tiempo, esto es en lo que estamos trabajando.
“Llevamos la tarea de hacer estos ajustes, porque del 93% por ciento de los delitos sólo el 7% por ciento se denuncian, con estos ajustes logramos que se transparente esta información” explicó Patricia de Obeso.
Para ilustrar este reto, se incluye una sección sobre las discrepancias en los datos oficiales, con el estado de Veracruz como el mejor ejemplo. Mientras que Veracruz obtuvo el tercer lugar en el IPM, es también el estado con la mayor discrepancia entre víctimas de homicidio registradas por el SESNSP y el INEGI. “De los homicidios que se reportan en el estado de Veracruz solo el 63 % por ciento son reportados o investigados por la procuraduría estatal de Veracruz, además, 80% de los veracruzanos dicen sentirse inseguros, según la encuesta de victimización del INEGI”, comentó Obeso.
Sin embargo, hay un gran potencial para mejorar la paz. En comparación con otros países con niveles similares de violencia, México tiene el segundo mayor excedente de Paz Positiva o los factores que fortalecen a las sociedades pacíficas, en el mundo, ya que esto “se ve reflejado en 8 puntos eficientes que entran enla buena definición del concepto de la paz positiva, como el buen desempeño relativo en los factores de entorno empresarial sólido, distribución equitativa de recursos y buenas relaciones con los vecinos. Inversiones en la implementación efectiva de la reforma al sistema de justicia, la confiabilidad de los datos oficiales y en el combate a la corrupción, representarían grandes beneficios económicos y sociales para el país", señaló.
“Cambiar el enfoque del concepto de la paz, de la cual se habla cada vez más en el discurso público pero que no hay bastantes herramientas para medirla, además de no poder compartir una buena definición de la paz”, comentó”, la coordinadora del IEP.
Es importante reconocer que México ha invertido en algunos de estos temas, como en la policía y en el Nuevo Sistema de Justicia Penal (NSJP), cuyo plazo de implementación vence en junio de 2016. Esta reforma permitirá establecer la presunción de inocencia, trasladar la carga de las pruebas a la fiscalía y reducir el tiempo de los juicios.
También incluye, garantizar el derecho a un defensor público profesional prohibir la tortura, la intimidación y la detención en calidad de incomunicado. Desde marzo de 2014 la ley indica al SESNSP, publicar el número de víctimas de homicidio, secuestro y extorsión. Dicho requerimiento representa un avance en la transparencia.
En 2015, el impacto económico de la violencia fue de 2.12 billones de pesos (US $134 mil millones), equivalente al 13% del PIB. Esto corresponde a 17,525 pesos por persona, cantidad más o menos igual a dos meses de salario de un trabajador mexicano promedio. En los últimos cuatro años, las mejoras en los niveles de paz han generado un beneficio económico de 802 mil millones de pesos (US $50 mil millones). Esto es, una reducción de 38% en el impacto económico de la violencia, lo que equivale a casi 1.5 veces el tamaño de la producción agrícola de México en un año.
“Para que México alcance niveles de paz mejores a los estudiados del 2003 al 2015, se requiere enfrentar tres problemas fundamentales: la administración de la justicia, el libre flujo de la información y la corrupción. Mejoras en ambos, temas traerán grandes beneficios ya que en los estados menos pacíficos, se percibe mayor corrupción,” señaló Patricia de Obeso, Coordinadora del IEP en México.
El estudio también profundiza en la relación entre las actitudes, instituciones y estructuras (Paz Positiva) y el ritmo del progreso desde el punto más alto de la violencia en 2011. Los estados con mayor Paz Positiva, como Nuevo León en particular, han mostrado mayores avances en su calificación en el IPM en los últimos cinco años.
“Observar la violencia en México a través del enfoque de Paz Positiva, permite entender como un país puede mejorar en sus niveles de paz. Desde 2011, la mayoría de los estados han mostrado avances. Dichos avances se concentran en los estados con mayor Paz Positiva, sin embargo, no se logrará una amplia paz positiva sino se fortalece el sistema de justicia, el combate a la corrupción y la confiabilidad de los datos oficiales, estos representarían grandes beneficios para el país donde hay más resiliencia a la violencia del narcotráfico.
“Cuando hablamos de corrupción en el país no solamente hablamos de castigar, sino verlo como una forma de prevención, porque es algo transversal, que está presente en todas la funciones del gobierno de las empresas y hasta de la misma ciudadanía”, concluyó la ponente.