En México, migrantes desconfían de nuevo plan en EEUU
Traci Carl/AP
Viernes, 18 de Mayo de 2007
Víctor Avilés, vocero de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, dio una bienvenida cautelosa a la propuesta. Foto AP
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Monterrey, México, 18 de mayo. El nuevo plan de inmigración en el Congreso de Estados Unidos defraudó a millones de mexicanos pobres y aspirantes a migrantes que se han asido a la promesa del presidente George B. Bush para que algún día puedan solicitar una visa temporal y vislumbrar el sueño americano.
La propuesta no incluye la iniciativa original de Bush que ofrecía visas por tres años a los migrantes radicados en sus países. En cambio, atiende prioritariamente la seguridad en la frontera y concede a los inmigrantes indocumentados la posibilidad de recibir la residencia legal, al tiempo que plantea la entrega paulatina y preferencial de nuevas visas a quienes posean altos niveles de estudio y oficios especializados.
El acuerdo sobre el plan fue anunciado el jueves en Washington por la Casa Blanca y senadores influyentes de los dos partidos de Estados Unidos. El proyecto "ayudaría a reforzar nuestras fronteras, e igual de importante, tratará con respeto a las personas", dijo Bush de la iniciativa que será objeto de una batalla prolongada en el Congreso.
El plan no representó buenas noticias para los decenas de millares de mexicanos pobres que dependen de la aprobación eventual de un programa de trabajadores invitados que les permita trabajar en Estados Unidos temporalmente en la agricultura y otros empleos transitorios, como la jardinería y la construcción. Entre los empleadores estadounidenses hay quejas de que necesitan más trabajadores para empleos de baja destreza, al tiempo que posibles migrantes dicen que compiten con millares por los pocos empleos disponibles.
Muchos esperaban que el Congreso ampliara y agilizara el programa de trabajadores invitados que permitiera un número mayor de cruces legales y les ofreciera empleo por unos meses cada año para luego regresar a su país con ahorros para construir casas y negocios pequeños.
En el consulado de Estados Unidos en la ciudad norteña de Monterrey, el cual entrega más visas temporales que ningún otro consulado o embajada en el mundo, Edmundo Bermudez, de 36 años y oriundo de la también ciudad norteña de Durango, dijo que el plan del Congreso favorece a quienes ya están ilegalmente en Estados Unidos mientras le cierra la puerta a quienes esperan en su propio país conseguir el ingreso legal.
Se manifestó especialmente ofendido porque el plan da preferencia a los migrantes con estudios y oficios de alto nivel.
"Creo que los Estados Unidos ya tienen bastantes licenciados. ¿Quién les va a cortar su tabaco?", preguntó Bermudez, que ha trabajado de forma intermitente en Estados Unidos durante los últimos ocho años. En México, gana unos 10 dólares diarios, mientras en Estados Unidos percibe casi lo mismo _ocho dólares_ por cada hora.
Gilberto Escalante, un pescador de 41 años del puerto de Topolobampo en el estado noroccidental de Sinaloa. dijo que el programa actual de visas temporales es mejor que el nuevo plan porque entrega a los mexicanos la opción de ingresar y salir libremente de Estados Unidos y seguir viviendo en México _en lugar de forzarlos a elegir entre los dos países.
"No queremos una casa o el automóvil más moderno en Estados Unidos. Queremos ir y trabajar para que nuestras familias puedan tener una buena vida en México", manifestó Escalante, quien llegó al polo industrial de Monterrey para solicitar una visa a fin de trabajar en botes de pesca, incluidos camaroneros, en la costa de Misisipí.
No obstante, el plan en el Congreso significaría buenas noticias para los millones de mexicanos que dependen de los 23.000 millones de dólares enviados a México cada año por los nacionales que viven en Estados Unidos, muchos de manera ilegal.
La propuesta permitiría a los inmigrantes indocumentados obtener la "visa Z" y, tras pagar tarifas y una multa de 5.000 dólares, lograr una posibilidad definitiva para la residencia permanente, la cual llegaría de ocho a 13 años. Los jefes de familia tendrían que regresar primero a sus países.
El plan representa también buenas noticias para el gobierno mexicano, que ha cabildeado por años en Estados Unidos en busca de una reforma integral de inmigración que aumente el número de las personas que laboren legalmente en el territorio estadounidense. Entre numerosas personas existía el temor de que Estados Unidos sólo aprobaría nuevas medidas de seguridad fronteriza, como aumentar el contingente de la Guardia Nacional en la frontera entre otras disposiciones con elementos de alta tecnología.
Víctor Avilés, vocero de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, dio una bienvenida cautelosa a la propuesta.
"El gobierno de México espera que los distintos actores involucrados en el proceso de debate y eventual aprobación de esta iniciativa aprovechen la oportunidad que se presenta", dijo en un comunicado.