El "pequeño Tepeyac" de El Paso reúne a hispanos en torno a la Guadalupana
Patricia Giovine/EFE
Lunes, 11 de Diciembre de 2006
Cada 12 de diciembre, este santuario se convierte en el lugar de peregrinación de la comunidad hispana fronteriza. Foto PI/José ROSALES
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El Paso, Texas, 11 de diciembre.- En el corazón de uno de los barrios hispanos más antiguos de El Paso, una pequeña iglesia, conocida como "El Tepeyac de la Frontera", se prepara hoy para celebrar a la Virgen de Guadalupe.
"En este día (12 de diciembre) la comunidad hispana, sin importar su generación en el país o su estatus migratorio se vuelca a las iglesias saludar a la Virgen de Guadalupe", dijo a Efe el padre Maximino Rangel Cisneros, párroco de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe.
Explicó que el santuario debe su apelativo de "Templo del Tepeyac" (nombre del cerro donde se apareció la virgen al indio Juan Diego) a que la comunidad mexicana pedía la construcción de una iglesia dedicada a su virgen.
"Por ser el único templo en la ciudad dedicado a la Virgen de Guadalupe, el pueblo inmigrante comenzó a buscar refugio y consuelo a los pies de María Santísima desde su fundación, en 1929", relató el sacerdote.
Cada 12 de diciembre, este santuario se convierte en el lugar de peregrinación de la comunidad hispana fronteriza, que desde primera hora de la mañana se reúne para cantar "Las Mañanitas" a la virgen, patrona de México, a la que sigue una serenata con mariachis.
Según la tradición, la Virgen Morena se le apareció al indígena Juan Diego (declarado santo en 2002) el 12 de diciembre de 1531.
Dicha tradición señala que la Virgen pidió a Juan Diego que llevara al obispo fray Juan de Zumárraga el mensaje de que se le construyera un templo en el monte Tepeyac.
El párroco Rangel sostuvo que el culto por la virgen se hace más fuerte con la llegada de cada inmigrante a los Estados Unidos, y una vez en el país pasa de generación en generación.
"Yo celebro cada año a la Virgen de Guadalupe y a ella le debo un milagro muy grande", dijo Elizabeth Reyes, de 24 años y nacida en El Paso.
Reyes cuenta que a pesar de haber nacido en EEUU, sus abuelos que llegaron de México, y después sus padres, alimentaron su devoción por la virgen.
"Ella me concedió que mi hijo naciera bien", afirmó Reyes, quien dijo haber tenido problemas durante el embarazo de su hijo Francisco Baltazar, de ahora cinco años.
"Mi madre me dijo, pide a la virgen porque ella es mexicana pero está presente en la vida de todos los que un día tuvimos que emigrar y que la trajimos en nuestros corazones", relató.
Reyes trajo una ofrenda de flores a la Virgen de Guadalupe y lo puso a los pies de un altar que espera estar repleto de ofrendas para mañana, cuando los fieles acudan a darle gracias y a cantarle.
"Es la fecha en la que se congrega un mayor número de inmigrantes en las iglesias, especialmente de la franja fronteriza", aseguró el padre Rangel.
Agregó que los festejos iniciaron el sábado pasado con la misa en honor a San Juan Diego, y mañana las actividades comenzarán a las 6:00 de la mañana (hora local) con una serenata.
Además vendrán grupos de matachines (coreografía que simboliza el conflicto entre moros y cristianos) de Nuevo México y Texas que bailan a las afueras del templo.
Durante el día se ofrecerán servicios religiosos cada hora para dar cabida a los miles de hispanos en El Paso que se reúnen en este templo.
"Los mexicanos podrán perder muchas tradiciones cuando tienen años viviendo en los Estados Unidos, pero nunca dejan de celebrar a la Virgen de Guadalupe en su día, sin importar si son nacidos ya en el país", finalizó el sacerdote franciscano.