Católicos mexicanos en marcha para condenar ley pro aborto
Lisa J. Adams/AP
Domingo, 25 de Marzo de 2007
El evento coincidió con una marcha, sin relación con aquélla, de simpatizantes del ex candidato de izquierda. Foto PI/José ROSALES
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México, 25 de marzo. Grupos y manifestantes contra el aborto convocados por la Iglesia Católica de México marcharon el domingo a través de las calles de esta capital, en el primer embate de lo que se prevé será una prolongada lucha entre fuerzas conservadoras y legisladores liberales quienes desean legalizar la práctica quirúrgica en los primeros tres meses de embarazo.
El cardenal mexicano Norberto Rivera, quien a menudo opina sobre política a pesar de una prohibición constitucional en contra de pronunciamientos políticos por clérigos, encabezó la marcha por un bulevar que conduce a la Basílica de Guadalupe, para oficiar una misa.
El evento coincidió con una marcha, sin relación con aquélla, de simpatizantes del ex candidato de izquierda a la presidencia del país, Andrés Manuel López Obrador, quien se ha rehusado a aceptar su derrota, por escaso margen, el año pasado contra el entonces candidato y actual presidente Felipe Calderón.
El propósito de la concentración el domingo era que López Obrador presentara las propuestas económicas de su gobierno "paralelo", pero no se descartaba un pronunciamiento en torno al aborto, ya que su Partido de la Revolución Democrática propuso la ley de despenalización a la cual se opone el Partido Acción Nacional de Calderón.
Calderón y líderes del Pan se han pronunciado en contra esta práctica en las últimas semanas.
Cientos de manifestantes que tomaron parte en la marcha del domingo calificada como un "peregrinaje por la vida" vinieron de iglesias a lo largo de la Ciudad de México e incluyeron a familias, grupos juveniles y monjas vistiendo los hábitos. Muchos llevaban globos amarillos, rosas, con la imagen de la Virgen de Guadalupe, en tanto que bocinas en camiones que acompañaban al contingente hacían resonar cantos religiosos.
Algunos manifestantes rezaron el rosario mientras que caminaban cargando pancartas con la leyenda "defendamos la vida".
Ana Bravo, de 16 años, estudiante en una preparatoria católica en la Ciudad de México, dijo que tenía esperanzas de que la marcha era "para que vean que hay gente en la ciudad que está en contra del aborto y en favor de la vida".
Los proyectos de ley propuestos por el PRD en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México y el Congreso federal legalizaría el aborto durante los primeros tres meses de embarazo. Las leyes mexicanas permiten la práctica quirúrgica sólo si la vida de la mujer está en peligro o en casos de violación o incesto.
Se espera que la medida se apruebe fácilmente en la Ciudad de México, entidad dominada por el PRD y que recientemente aprobó uniones para personas del mismo sexo en la capital.
Pero enfrentará una ruta más dura a nivel federal, donde el PAN tiene pluralidad.
Simpatizantes de despenalizar el aborto mantenían sus miras el domingo no sólo en Rivera sino también en el cardenal colombiano Alfonso López Trujillo, el máximo impulsor de la campaña antiaborto del Vaticano, quien estuvo en la capital para el Tercer Congreso Internacional de Pro-Vida.
El presidente de la Comisión sobre Igualdad y Género de la Legislatura de la Ciudad de México, Leticia Quezada, dijo que si López Trujillo hablaba sobre la marcha, ella y otros pedirían su expulsión del país.
La constitución mexicana prohibe a extranjeros, incluidos López Trujillo y miembros de grupos antiaborto de Estados Unidos que actualmente asisten a la conferencia _ de realizar actos de activismo político. En el 2000, autoridades prohibieron que activistas en contra del aborto de nacionalidad estadounidense y canadiense regresaran a México durante cinco años después que se unieron a protestas en la plaza central de la capital mexicana.
Las leyes de México también prohiben la participación en política de líderes religiosos como Rivera, aunque tal provisión no se ha hecho valer con fuerza, especialmente bajo el gobierno del PAN, tradicionalmente aliado de la iglesia.
López Trujillo dijo a la prensa que no tenía intención de intervenir en el debate.
"No quiero involucrarme en un asunto de partidos políticos", expresó. "Pero no puedo aceptar que se cometa violencia contra los seres más indefensos. Estamos tratando de seres humanos con derechos que deben ser defendidos".