Aproximación de Dean evoca desastre natural en oriente mexicano
Mark Stevenson/AP
Lunes, 20 de Agosto de 2007
El gobernador de Quintana Roo, Félix González Canto, solicitó a las aerolíneas y a las agencias de viaje que no lleven más turistas a Cancún. Foto AP
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Cancún, México, 20 de agosto. Las personas que esperan abordar alguno de los últimos vuelos que salgan de Cancún antes de que el huracán Dean golpee la costa oriental mexicana acamparon en el aeropuerto de la ciudad para pasar la noche en el piso de la terminal.
La tormenta potente con la categoría 4 _un escalón antes de la mayor fuerza en la escala internacional de los huracanes_ avanza amenazadora por el Caribe hacia la península de Yucatán y al mismo tiempo que revive los recuerdos del huracán Wilma, que arrasó Cancún en el 2005.
Desde entonces, la zona turística se ha extendido hacia el sur y Dean parece apuntar hacia un lugar cercano a uno de los nuevos centros de recreo, Majahual, unos 250 kilómetros (155 millas) al sur de Cancún.
"Sí, estamos asustados", dijo el trabajador de la construcción Pedro Kanche mientras clavaba tablas frente las ventanas de una tienda en Cancún la noche del domingo. "La verdad es que mucha gente perdió sus trabajos" por Wilma, señaló, "y el turismo no se ha recuperado todavía".
Al tiempo que eran apresurados los preparativos ante la aproximación del huracán en el sur de la costa en los estado de Yucatán y Quintana Roo, la estadounidense Florida Volynskaya, de 24 años y procedente de Baltimore, Maryland, permanecía recostada en el piso del aeropuerto de Cancún para pasar la noche con la esperanza de conseguir un vuelo.
"Sólo queremos salir hacia cualquier parte", dijo Volynskaya. "No queremos estar en un albergue". Durante el desastre de Wilma, millares de turistas pasaron varios días en albergues instalados en escuelas de Cancún, los cuales estaban atestados y padecían en algunos casos malas condiciones de higiene.
Cancún da la impresión de ser un centro de recreo sin turistas; millares han salido en vuelos en días anteriores. El gobernador de Quintana Roo, Félix González Canto, solicitó a las aerolíneas y a las agencias de viaje que no lleven más turistas a Cancún, al menos hasta que pase el huracán.
"Es preferible perder dos días de ocupación hotelera en vez de enfrentar un problema mayor de tener que llevar a grandes cantidades de turistas a los albergues", expresó González Canto durante una reunión pública sobre los preparativos por la tormenta.
También ordenó la evacuación de islas de baja altura en la costa caribeña, como Islas Mujeres, cerca de Cancún.
Wilma pegó en Cancún el 21 de octubre del 2005 y dejó en los vestíbulos de hoteles grandes cantidades de restos de metal, mármol y vidrio, además de estiércol. Wilma se llevó tanta arena que las playas quedaron reducidas a una franja exigua. La tormenta causó daños por 3.000 millones de dólares, que fueron las peores pérdidas para las empresas aseguradoras en la historia de México.
Dean causó la muerte de ocho personas a su paso por el Caribe, pero Jamaica no sufrió un impacto directo porque el fenómeno meteorológico se desvió hacia el sur la noche del domingo.
No hubo informes de muertes en Jamaica, aunque la tormenta arrancó árboles, inundó calles y destruyó los techos de numerosas casas, comercios y de una área carcelaria. No hubo fuga de reos.
También el domingo, gobiernos de América Central declararon en sus países una alerta por los efectos secundarios de Dean, cuyas bandas exteriores han causado lluvias y aumentado el oleaje en los litorales.