Alzados denuncian seis muertos en últimos choques con policía
EFE
Domingo, 26 de Noviembre de 2006
| La violencia en la ciudad ha dejado entre 11 y 17 muertos, la mayoría por disparo de bala en refriegas aisladas. Foto PI/Luis HERNÁNDEZ
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México, 26 de noviembre.- Los sectores alzados en el estado mexicano de Oaxaca denunciaron hoy la muerte de seis manifestantes en los enfrentamientos con policías antidisturbios registrados la víspera en la capital oaxaqueña, los más violentos de las últimas semanas.
Florentino López, el portavoz de la Asamblea Popular de los Pueblo de Oaxaca (APPO), que lidera las protestas sociales, dijo que la única prueba que tiene de esas muertes es el testimonio de sus compañeros, porque, según el dirigente sindical, los seis cadáveres se los llevó la policía.
Las autoridades no han dado todavía un balance de los daños personales y materiales registrados en una tensa jornada que terminó con varios edificios y vehículos quemados y decenas de heridos y detenidos.
La APPO exige la renuncia del gobernador de Oaxaca (sur del país), Ulises Ruiz, que no ha podido contener un conflicto iniciado hace más de seis meses con una huelga de maestros que se radicalizó cuando la policía estatal intentó infructuosamente desalojarlos de los espacios públicos que habían ocupado por la fuerza.
La violencia en la ciudad ha dejado entre 11 y 17 muertos, la mayoría por disparo de bala en refriegas aisladas entre partidarios y detractores de Ruiz, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En declaraciones, López indicó también que hay "incontables heridos", de los cuales una veintena son por arma de fuego, y acusó de haber originado la refriega a la Policía Federal Preventiva (PFP), enviada hace un mes por el presidente mexicano, Vicente Fox, para restablecer el orden.
La violencia estalló el sábado por la tarde al concluir una marcha de 15 kilómetros desde el sur hasta el centro de la ciudad que la APPO convocó para realizar un "cerco humano" alrededor del Zócalo (plaza principal) oaxaqueña.
Aunque los grupos movilizados habían asegurado que la marcha era pacífica, los manifestantes lanzaron cócteles molotov, petardos y piedras, que recibieron como respuesta gases lacrimógenos, lo que convirtió el lugar en un campo de batalla, situación que se ha repetido varias veces en los últimos seis meses.
Los sectores más radicales quemaron con gasolina dos comercios, la puerta de entrada de un hotel de lujo y las sedes del Tribunal Superior de Justicia de la Federación y de la Asociación de Hoteles y Moteles de Oaxaca.
Según la APPO, desconocidos en vehículos particulares, supuestos policías del gobierno de Ruiz vestidos de civil, se llevaron por la fuerza a algunos manifestantes.
A falta de seis días para la asunción de Felipe Calderón como nuevo presidente de México, López dijo que si el todavía presidente electo "quiere sostenerse en el gobierno federal y no poner en peligro más las instituciones del país, debe solucionar la situación de Oaxaca, que pasa por la salida de Ulises Ruiz".
"Si no lo hace, se volverá uno de los responsables más de la situación", amenazó.
El conservador Calderón asumirá el poder en un contexto político y social complicado porque su rival en las elecciones, el izquierdista López Obrador, desconoce su triunfo con acciones populares de "resistencia civil", por la violencia derivada del narcotráfico y por la crisis oaxaqueña.
