Senador colombiano confiesa nexos con paramilitares
AP
Domingo, 26 de Noviembre de 2006
| La Corte Suprema de Justicia ya envió a la cárcel a tres legisladores acusados de diversos vínculos con los grupos. Foto AP
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Bogotá, Colombia, 26 de noviembre. Al escándalo político que sacude a Colombia se le añadió el domingo un nuevo capítulo cuando un senador confesó que él y numerosos dirigentes firmaron un documento para ejecutar un programa político favorable a los grupos paramilitares de extrema derecha.
"Los políticos no quisimos, nos tocó hacer acuerdos con las autodefensas (paramilitares)", dijo el senador oficialista Miguel de la Espriella, al revelar que en el 2001 congresistas, gobernadores, concejales, dirigentes gremiales y personajes que hoy están en el gobierno firmaron el acuerdo bajo la presión de las armas.
En un reportaje con el diario El Tiempo, De la Espriella reveló que el documento fue suscrito por todos los que asistieron a la reunión con los entonces jefes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Carlos Castaño --quien después sería asesinado al parecer por orden su hermano Vicente otro líder paramilitar--, y Salvatore Mancuso, que se entregó a la justicia para buscar una sentencia reducida.
El documento buscaba la "la creación de un movimiento político con visión más nacionalista", pero aunque no se materializó, los políticos contactados por los paramilitares lograron en las elecciones de 2002 el 35% de los escaños en el Congreso, según dijeron posteriormente Mancuso y Vicente Castaño.
La Corte Suprema de Justicia ya envió a la cárcel a tres legisladores acusados de diversos vínculos con los grupos paramilitares y está investigando por lo menos a siete más, todos de los departamentos de Cesar, Magdalena, Córdoba y Guajira, en la costa norte del país, en donde era notable la influencia paramilitar.
De la Espriella se negó a revelar la lista de quienes firmaron el acuerdo con los jefes de las AUC, pero dijo que la verdad irá aflorando en la medida en que avancen las investigaciones de la Corte y de la Fiscalía. Sostuvo que probablemente algunos legisladores, como él, aceptarán que tuvieron nexos con los paramilitares para poder hacer política en sus departamentos.
Aseguró que el hecho de haber participado en reuniones con jefes de las AUC, bajo la intimidación de las armas, no es delito y anunció que si es llamado a declarar ante la Corte Suprema se declarará inocente.
Hasta ahora los acusados son políticos que apoyan al gobierno del presidente Alvaro Uribe, pero De la Espriella dijo que también hay dirigentes del Partido Liberal, el mayor de la oposición en el Congreso.
Uribe ha exhortado a los congresistas y dirigentes políticos involucrados con los paramilitares y la guerrilla izquierdista que acudan ante la justicia a confesar la verdad. De la Espriella es el primero que acepta públicamente haber tenido nexos con los grupos paramilitares contrainsurgentes.
Los jefes de las AUC que están presos a la espera ser enjuiciados bajo una ley que les garantiza sentencias reducidas de 5 a 8 años de cárcel si confiesan todos sus delitos, exhortaron a los políticos en un comunicado a que confiesen, para no quedar solos en la tarea de sacar a la luz la verdad de las alianzas entre el paramilitarismo, la política y los gobiernos locales.
