INTERNACIONALES: Mayoría republicana en el Senado pende de un hilo
Tom Raum/AP
Lunes, 06 de Noviembre de 2006
Sin la mayoria republicana el presidente Bush no tendra mucho margen de movimiento. Foto:AP
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Washington, EE.UU. 6 de noviembre. La suerte de un puñado de republicanos, incluidos varios de estados que votaron abrumadoramente por George W. Bush hace dos años, decidirá quien controla el Senado los dos próximos años.
Mientras que varios senadores republicanos se tambalean en la cuerda floja, ningún senador demócrata que busca la reelección parece correr peligro, según las encuestas.
Algunos de los republicanos que encaran serios desafíos son Conrad Burns, de Montana; George Allen, de Virginia; Mike DeWine, de Ohio; Rick Santorum, de Pensilvania; Jim Talent, de Misouri, y Lincoln Chafee, de Rhode Island.
Los republicanos la tienen también difícil en Tenesí, donde la banca que deja vacante el líder de la mayoría senatorial Bill Frist está para cualquiera. Frist no se postula para la reelección pues piensa buscar la Presidencia.
Los demócratas podrían sumar otra banca en Arizona, donde Jim Pederson le está dando batalla al senador republicano Jon Kyl.
El Partido Demócrata necesita ganar seis bancas para tomar el control del Senado, donde los republicanos tienen en la actualidad 55 de los 100 escaños.
Los republicanos navegan contra la marea, ya que el electorado está cada día más insatisfecho con la invasión a Irak, la popularidad del presidente George W. Bush disminuye constantemente y hay gran malestar con algunos escándalos que involucran a legisladores republicanos. A ello se suma el hecho de que, tradicionalmente, el partido de gobierno sufre pérdidas en las elecciones de mitad de término.
"El ambiente político ha sido muy duro para los republicanos desde hace varios meses", admitió la senadora de Carolina del Norte Elizabeth Dole.
Los republicanos conquistaron bancas en el Senado tanto en el 2000 como en el 2004. Pero ambos partidos pronostican que en esta ocasión los demócratas serán quienes sumen escaños, tal vez los necesarios como para asumir el control de esa cámara.
Incluso si no logran el control del Senado, cualquier banca que sumen puede hacerse sentir en un cuerpo en el que no basta una mayoría simple (51 votos) para aprobar iniciativas importantes, sino que se necesitan 60 votos.
A esta altura, se cree que el desenlace de los comicios dependerá de la cantidad de gente que salga a votar.
"La gente de Bush sacó a votar mucha gente en las últimas tres elecciones. Ese es su desafío hoy por hoy", afirmó el estratega republicano Scott Reed.
El senador neoyorquino Charles Schumer, presidente del Comité de Campaña Senatorial Demócrata, dijo que "las principales batallas no se librarán en estados demócratas del noreste y el centro, sino más bien en estados aledaños como Misuri, Tenesí y Virginia".
"Y considero que ello revela una tendencia favorable a los demócratas. Hace un año, nadie hubiera pensado que tendríamos esta situación", expresó Schumer.
La guerra de Irak es un factor que está beneficiando mucho a los demócratas. "Es lo que nos permite recaudar más dinero, y lo que más moviliza a la base", indicó Shumer.
Los republicanos, por su parte, tratan de explotar el tema del terrorismo y los impuestos.
Algunos veteranos del Partido Demócrata se muestran cautelosos.
"Hay una enorme ola anti-republicana, pero va a estrellarse contra una estructura política republicana muy estable. A los demócratas les resultará más fácil conseguir votos que conseguir escaños", sostuvo el encuestador demócrata Mark Mellman.
"No me cabe duda de que vamos a conseguir muchos votos, pero lograr bancas va a ser más difícil", añadió.
Para que los demócratas se alcen con el control del Senado, todos los candidatos republicanos que lucen vulnerables tendrían que ser derrotados. Y los republicanos esperan que dos de ellos, Allen y Bob Corker de Tensí, resistan las embestidas de sus rivales demócratas.
Los demócratas confían en conquistar nuevos escaños en Ohio y Pensilvania. Las contiendas en Misuri, Rhode Island y Montana, sin embargo, se pusieron más reñidas de lo anticipado.
Bob Menéndez, de Nueva Jersey, es el único senador demócrata que no tiene la reelección en el bolsillo. Si bien está enfrascado en una contienda muy disputada con el republicano Tom Kean Jr., no obstante, las últimas encuestas le dan una ligera ventaja.