INTERNACIONALES: Demócratas afirman que los comicios deben forzar un cambio en guerra en Irak
Anne Plummer/AP
Jueves, 09 de Noviembre de 2006
| Los demócratas darán un giro a la política de guerra en Irak, el próximo año regresarán la mayoría de tropas. Foto AP
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Washington, E.U.A., 9 de noviembre. Fortalecidos por su contundente triunfo en los comicios de medio término y la renuncia del secretario de Defensa, el Partido Demócrata aseguró que exigirán al presidente un cambio de políticas respecto a la guerra en Irak y un paulatino retiro de soldados de allá.
Los demócratas guardan la esperanza que su conquista del Congreso tras las elecciones del martes acarreen algo más que la caída de Donald H. Rumsfeld, la primera víctima que entregó el presidente George W. Bush tras la debacle republicana.
Si bien el Partido Demócrata parece estar dividido en cuanto a los pasos a seguir en Irak, uno de sus primeros objetivos es promulgar el próximo año una ley que decrete el retorno inmediato de un número indeterminado de soldados emplazados en Irak.
Los demócratas consideran que ello lanzará una sonora señal política entre el electorado y forzará a los iraquíes a tomar más responsabilidades.
"Creo que habrá un número de republicanos que quieran unirse a nosotros porque hay mucho malestar en el país", dijo el senador demócrata Carl Levin, quien asumirá la presidencia de la comisión senatorial de los Servicios Armados en el nuevo Congreso.
La dinámica de cambio, sin embargo, puede comenzar a funcionar inclusive antes del próximo año.
El senador republicano John Warner, actual presidente de la comisión de los Servicios Armados, planea para la próxima semana una audiencia sobre Irak con altos funcionarios militares y de inteligencia. A su vez, expresó su intención de sostener este año la audiencia de confirmación al sustituto de Rumsfeld, el ex director de la CIA Robert M. Gates.
El próximo Congreso se inaugura en enero.
Pese a la mayoría demócrata, que les permitirá exigirle información a la Casa Blanca y controlar el gasto federal, su poder constitucional sobre la defensa y los temas de política exterior serán limitados. El presidente sigue al frente de las fuerzas armadas y está a cargo de la diplomacia exterior.
Además, los demócratas controlarán el Senado con un margen mínimo de 51 escaños a 49, por lo que no contarán con los dos tercios necesarios para anular los vetos presidenciales o promulgar leyes a las que la Casa Blanca se puede oponer. Tampoco cuentan con los 60 votos necesarios para evitar que los republicanos bloqueen los proyectos de ley.
El Partido Demócrata también se verá forzado a trabajar con el senador Joseph Lieberman, un curtido político demócrata que ganó su curul como candidato independiente, luego de ser derrotado en las primarias de su tolda.
