Bush dice que no se dejará apurar en relación con Irak
Jennifer Loven/AP
Miercoles, 13 de Diciembre de 2006
El presidente George W. Bush Y Donald Rumsfeld secretario de la Defensa durante la rueda de prensa. Foto:AP
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Washington. EE.UU. 13 de diciembre. El presidente George W. Bush afirmó el miércoles que no permitirá que lo hagan tomar una decisión apresurada en torno a un cambio de rumbo en Irak.
Añadió que durante la ronda de consultas que tuvo con distintos departamentos y funcionarios, escuchó algunas ideas interesantes y otras "que conducirían a la derrota".
"Y yo rechazo esas ideas", dijo Bush luego de reunirse con generales de alto rango y funcionarios del Departamento de Defensa en el Pentágono. Indicó que entre las ideas que conducirían a la derrota figuran "irse antes de que la tarea quede concluida". Según dijo Bush, ese tipo de ideas no ayudarán al gobierno de Bagdad "a adoptar los pasos difíciles y necesarios requeridos para que pueda cumplir su cometido".
Bush habló con periodistas luego de concluir una serie de conversaciones de alto nivel destinadas a revisar su política en Irak.
Flanqueado por los jefes del estado mayor conjunto, Bush dijo que había mantenido con los comandantes militares "una franca y fructífera discusión sobre cómo... ganar esta guerra". Aunque usó la palabra "ganar", el presidente también aclaró que "ha habido mucha violencia en Irak. La violencia ha sido horrenda".
Si bien la Casa Blanca había sugerido inicialmente que Bush pronunciaría un importante discurso sobre Irak antes de la Navidad, decidió posponerlo hasta comienzos del año próximo. Al justificar su medida, Bush dijo: "No permitiré que me apuren para que adopte una decisión difícil... una decisión necesaria".
En su visita al Pentágono, Bush estuvo acompañado por el vicepresidente Dick Cheney y por el secretario de Defensa Donald Rumsfeld, que dejará su cargo próximamente.
Trascendió que durante su reunión con los generales, éstos pidieron más fuerzas y pertrechos para entrenar a las acosadas unidades iraquíes, pero no más soldados de combate.
El martes, en un encuentro similar con sus comandantes en el teatro de operaciones, Bush escuchó al general John Abizaid, comandante supremo de las fuerzas estadounidenses en el Medio Oriente, y al general George Casey, comandante en Irak, quienes pidieron al gobierno que aumente los fondos para contar con más vehículos blindados, chalecos antibalas y otros pertrechos cruciales para los iraquíes, dijo un especialista en temas de defensa familiarizado con estos encuentros. La fuente pidió guardar el anonimato porque los encuentros fueron privados.
Abizaid dijo a la Comisión de Servicios Armados del Senado que el nivel de fuerzas en Irak debe permanecer estable, con la ampliación de los equipos de asesores militares. Unos 140.000 soldados estadounidenses y unos 5.000 asesores se encuentran desplegados en estos momentos en Irak.
Según un especialista en defensa, el mensaje transmitido a Bush es que Estados Unidos no podrá retirar un número significativo de fuerzas de combate para principios del 2008, como sugirió la comisión bipartidista sobre Irak, porque los iraquíes no estarán en condiciones de asumir el control de su país.