Negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos se tensan
El Discurso
Lunes, 10 de Diciembre de 2018
Después de meses de una llamada guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo, provocó algún optimismo la tregua anunciada el 1 de diciembre.
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Las expectativas generadas por nuevas negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China se muestran difusas luego de la detención en Canadá de la directora financiera de la empresa tecnológica Huawei a petición de Washington.
Después de meses de una llamada guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo, provocó algún optimismo la tregua anunciada el 1 de diciembre tras un encuentro entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su par chino, Xi Jinping.
La Casa Blanca dio a conocer ese día la decisión del mandatario norteamericano de no incrementar del 10 al 25 por ciento los aranceles impuestos a productos chinos valorados en 200 mil millones de dólares, algo que Trump había amenazado con hacer a partir del 1 de enero próximo.
En lugar de eso, acordaron un periodo de 90 días para sostener conversaciones sobre temas como transferencias de tecnología, propiedad intelectual, barreras no arancelarias, robos cibernéticos y agricultura, según informó la mansión ejecutiva.
La noticia fue recibida con un alivio cauto por parte de los legisladores de estados agrícolas y grupos empresariales afectados por los impuestos de Trump y las tarifas de represalia adoptadas por el gigante asiático.
Sin embargo, el mismo día del encuentro entre los líderes de ambos países, las autoridades canadienses arrestaron a la ejecutiva de Huawei Meng Wanzhou, quien además es la hija del fundador y presidente de la compañía china, Ren Zhengfei.
Así lo informó Ottawa el pasado miércoles, cuando dio a conocer que procedió de ese modo a petición de la administración Trump, que busca su extradición a Estados Unidos al acusarla de una supuesta violación de las sanciones contra Irán.
La empresaria fue detenida en el aeropuerto de Vancouver durante una escala en un viaje de México a Hong Kong, porque según el país norteamericano, usó una empresa fantasma en este último lugar para vender equipos a la nación persa.
Huawei negó la acusación y aseguró el cumplimiento de todas las regulaciones de los territorios donde opera.
Además, el Gobierno de China recordó que como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU siempre implementó las resoluciones aprobadas por ese órgano, pero al mismo tiempo rechazó la imposición de medidas unilaterales de un Estado contra otro.
Beijing descartó que el caso afecte las negociaciones bilaterales en marcha para buscar una salida satisfactoria a las desavenencias con Estados Unidos.
Pero la sorpresiva detención, que fue calificada por China de ilegal, irracional y despreciable, ?plantea dudas sobre la sostenibilidad de la tregua y sobre si las dos mayores economías del mundo pueden resolver los complicados asuntos que las separan?, indicó la agencia estadounidense Associated Press.
De acuerdo con un artículo publicado por tres analistas en la página digital de CNN, la detención de Meng no evitará que los dos países comiencen las negociaciones, pues ambos lados tienen mucho que ganar con la reapertura del diálogo.
Sin embargo, ?el arresto destaca el hecho de que los conflictos fundamentales están empeorando, no mejorando, incluso cuando las partes intentan una distensión en el comercio. Beijing y Washington enfrentan fisuras tecnológicas y geopolíticas que pueden desafiar los esfuerzos?, consideraron.
Un artículo de opinión publicado por The Washington Post calificó la detención de ?error político horrible?, ?táctica tonta?, y asoció la acción con el deseo de Washington de contrarrestar el ascenso de China y el cambio de papel de Estados Unidos en el sistema internacional.
El texto señaló que la compañía surcoreana Samsung es el segundo mayor proveedor de teléfonos celulares en Irán, detrás de Huawei, mientras que la sueca Ericsson también envía equipos a la nación persa.
Según el trabajo, aunque es posible que esas firmas no usaran componentes estadounidenses para los productos vendidos a ese territorio, eso es algo difícil de determinar dada la complejidad de las cadenas globales de suministros.
Por supuesto, Samsung y Ericsson están establecidos en países que son aliados de Estados Unidos, mientras que Huawei está estrechamente conectado con lo que muchos consideran un adversario estadounidense de primer nivel, apuntó el artículo.
Ante esos factores, varias fuentes vinculan lo sucedido con Meng con el deseo norteamericano de hacer frente al creciente poder tecnológico de la nación oriental.
Estados Unidos está tratando de hacer todo lo posible para contener la expansión de Huawei en el mundo simplemente porque la empresa es clave para las compañías de tecnología competitiva de China, indicó el jueves un editorial del periódico China Daily.
Para varios medios, el arresto de Meng no paralizará las conversaciones con China, pero hace que un proceso de por sí complejo se vuelva mucho más difícil.