Revelaciones: exposición cuatro siglos del arte Virreinal en América Latina

Gloria Marvic García/PI
Jueves, 08 de Febrero de 2007

La muestra de arte reúne 250 obras mostradas en el museo de Filadelfia y se presentará posteriormente en Los Ángeles, EEUU. Foto PI/Karel DEL ÁNGEL

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México D.F. 07 de febrero.- La religión, la vida cotidiana, los oficios, las castas, el rico inmobiliario en los hogares de la clase alta, relieves, retratos, mapas y libros antiguos son algunos de los tesoros que la muestra Revelaciones: Las Artes en América Latina 1492 -1829 trae al público mexicano luego de su éxito en el museo de Filadelfia en los Estados Unidos.

Un pictórico recorrido por los virreinatos españoles y la colonia portuguesa de Brasil que reúne la visión artística del mestizaje en países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Perú, Puerto Rico y Venezuela.

"Esta muestra lleva el subtítulo de Revelaciones porque el panorama presentado en ella nos permite descubrir, encontrar, explorar y revalorar lo que a simple vista nos parece cotidiano", explican los organizadores del montaje, un equipo interdisciplinario bajo la batuta del historiador de arte Joseph J. Rishel y Suzanne Stratton-Pruitt en Norteamérica y la especialista Clara Bargellini en México.

"Quisimos que el montaje en México fuese más lineal y confrontar la producción artística de cada país para que fuese más comprensible" explica Bargellini, quien buscó que los elementos de cada una de las doce salas que integran la exposición "envolvieran" al espectador, en una atmósfera donde los utensilios, los muebles y esculturas pudieran transportar a esa época crucial en la identidad nacional.

Por su parte, Joseph J. Rishel, resaltó la importancia de México en la convergencia de la discusión artística de la época, puesto que fue precisamente en este país donde se concentró la riqueza cultural del Nuevo Mundo y en donde se percibe con claridad la fusión entre el legado indígena y el ibérico.

Como el público podrá apreciar a partir del 20 de febrero, estas obras le han conferido a las salas del Museo de San Ildefonso un papel de cronista de la vida en el Virreinato, donde cada pintura y retablo narran a su vez sus propias historias, tan distintas a través de las manos del boliviano, del brasileño, pero a la vez, profundamente hermanadas.