CINE: Prohibirán en Rusia proyección de Borat

AP
Jueves, 09 de Noviembre de 2006

Autoridades en Rusia anunciaron que prohibiran la exhibición de la película "Borat" debido a que parte de sus diálogos podrían ofender a ciertos grupos.Foto AP.

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Moscú, Rusia., 9 de noviembre, 2006.- Un organismo gubernamental dijo que negaría el permiso de difusión de la controvertida comedia de Sacha Baron Cohen, "Borat: Cultural Learnings of America for Make Benefit Glorious Nation of Kazakhstan", en Rusia, dijo este jueves su distribuidor.

La Agencia Federal de Cultura y Cinematografía dijo que la cinta podría ofender a algunos espectadores y contener material que "podría parecer desdeñoso hacia ciertos grupos étnicos y religiones", señaló Vadim Ivanov, director de ventas de Twentieth Century Fox C.I.S.

Ivanov dijo que espera que la agencia ceda y que el filme se estrene en Rusia como está programado, el 30 de noviembre. "Borat" encabezó la taquilla estadounidense en su fin de semana de estreno, con una recaudación de 26,5 millones de dólares.

La agencia le informó a la compañía en una carta que no otorgaría el permiso necesario para exhibir la película en teatros. Agregó, empero, que la decisión no era oficial. "Esta historia no ha terminado", apuntó Ivanov.

El ejecutivo cinematográfico señaló que no conocía ningún caso en el que las autoridades rusas hayan prohibido una película no pornográfica. La agencia no respondió una llamada en busca de comentarios.

En su estridente y satírico personaje de "Borat", el británico Cohen le toma el pelo a estadounidenses como un periodista televisivo de Kazajstán que creó para su programa de televisión "Da Ali G Show".

La parodia, filmada en forma de documental, sigue a Borat en un viaje por Estados Unidos para reportarle a su pueblo sobre la cultura local.

El personaje bromea en la película insinuando que los kazajstanos beben orina de caballo, consideran que la prostitución, la violación y el incesto son respetables y son abiertamente antisemitas.

Rusia mantiene estrechos lazos políticos con Kazajstán, donde los funcionarios --y ciudadanos-- están furiosos con la representación de su país.