Entrevista con Evo Morales
Especial de Tom Dieusaert (originalmente para la revista Knack.be) en Buenos Aires, Argentina.
Para poder hablar con Evo Morales tuve que esperar más de seis meses, prácticamente toda la cuarentena argentina pero finalmente, un par de días antes de su regreso a Bolivia, concedió la entrevista. La energía y la ética laboral de Morales son ya legendarios, no suele dormir más que 5 horas, pero entre tantos otros compromisos luego de la victoria electoral de Luis Arce, incluso al histórico líder del MAS se le ve cansado e irritable. Está muy resfriado y durante la entrevista de media hora por zoom, gasta una caja entera de pañuelos desechables. Por un lado veo a una persona acostumbrado a mandar -no le gusta que le interrumpen cuando habla- y dogmática o tradicionalista, ya que en pleno 2020 todavía utiliza el término neoliberalismo para referirse al enemigo principal del proyecto popular.
No deja de ser admirable que una figura política tan destacada como Morales dedique una hora para hablar con un pequeño medio belga. Antes de la entrevista, el jefe de prensa me regañó porque mis preguntas sobre cómo sería el próximo gobierno hacían entender que Morales y no Arce, sería el Presidente de Bolivia. Esta precisión tiene que ver con la irritación en el seno del nuevo gobierno porque según la prensa internacional, parecía que Arce no era nada más que un prestanombres de Morales. Sin embargo, la caravana victoriosa de Morales por el territorio boliviano, emprendida el 9 de noviembre, no dejó lugar a dudas sobre quién realmente sigue siendo el hombre fuerte de Bolivia.
Tom Dieusaert (TD): A pesar de todas las restricciones del Covid-19 y su exilio en Argentina, fue una victoria contundente del MAS en las últimas elecciones. ¿Cuáles fueron las razones?
Evo Morales (EM): La gente no se ha olvidado de nuestra gestión. Fue la primera vez que el Estado ha estado presente en todas las regiones de Bolivia. Y todos lo reconocen. Como dicen algunos hermanos en Bolivia: Con Evo estuvimos mejor que con el gobierno de facto. También mucha gente que el año pasado no votó por el MAS, incluso algunos estaban con el golpe, ahora estuvieron indignados, decepcionados y arrepentidos. Otro factor que nos benefició fue el voto de las nuevas generaciones, la juventud que sólo vivió durante nuestro proceso de cambio y nunca vivieron con el neoliberalismo. Ellos se dieron cuenta cómo estaban el año pasado y cómo están ahora.
No hay que olvidar tampoco el esfuerzo de Lucho (Arce), David (Choquehuanca), los asambleístas, todos que estuvieron en campaña para ganar las elecciones. Los resultados (más de 55% para Arce, td) ratifican que en 2019 no hubo fraude, sino Golpe de Estado. Sobre todo, diría que fue un apoyo a la política de nacionalización y ahora a la industrialización.
También nos ha ayudado bastante el desgobierno de un gobierno que sólo perseguía. Tuvimos la la ventaja que la derecha no tenía propuesta económica. Su propuesta era acusar a los 14 años de Evo. ¿Y qué pasó en esos 14 años? En 2005 nos dejaron el país con 9.5 mil millones del PIB y el año pasado dejamos el gobierno con un PIB de 42 mil millones de USD.
TD: ¿Cómo fue su trabajo a la distancia, desde Argentina? Porque usted estaba coordinando la campaña desde acá. ¿En qué manera eso obstruía la campaña política?
EM: Acá tuve muchas reuniones. Yo me vine por el tema de la campaña desde México a la Argentina, así podía estar más cerca de mi pueblo. Quería irme a la frontera con Bolivia pero los Estados Unidos no me dejaron ir ahí, tampoco podía causar problemas en Argentina.
Pero entre tantas reuniones en Argentina elegimos a Lucho como candidato a Presidente y de acá nos organizamos para liderar la campaña correspondiente. No nos equivocamos en elegir a Lucho Arce, un economista como candidato a la presidencia. Hubo tantas reuniones vía teléfono, vía zoom, consultas, casa de campaña, presentación de candidatos, debate sobre programa. El último día de la campaña el miércoles, tuve 12 intervenciones en 12 concentraciones al margen de talleres, seminarios con los jóvenes, con 70, 80, 120 asistentes.
TD: Más allá del desgobierno del grupo que estaba en el poder y cuyos protagonistas aparentemente se peleaban entre ellos, tuvieron como excusa el Covid-19.
EM: En diciembre del año pasado, tomaron la primera deuda interna de 2.8 millones de bolivianos (400 millones de USD) para pagar sueldos y aguinaldos, en el primer mes. El año pasado todavía no se escuchaba nada del Covid. En febrero, otras deudas externas, todo para gastos corrientes, para salarios, no para inversiones. Nosotros en 13 años nunca hemos prestado plata del Banco Central de Bolivia para pagar sueldos y aguinaldos. Si hemos gastado reservas, era para nuevas industrias, nuevos proyectos productivos. Aquí sólo era para salarios. Así que no pueden echar la culpa a la pandemia, hubo demasiados actos de corrupción.
TD: El perfil del presidente Arce, usted trabajó con él mucho tiempo. Según los observadores externos, es una persona poco conflictiva. Le dan mucho crédito por el milagro económico boliviano. ¿Cuáles son los puntos fuertes del presidente?
EM: (Silencio y luego enfático) No hubo milagro económico. ¿Qué milagro económico? ¡Por favor!
Es un milagro si cae del cielo. ¿Qué puede caer del cielo? Son políticas económicas que emanen del pueblo contra las políticas económicas del Imperio, las privatizaciones. Cuando los hidrocarburos estaban en manos de las transnacionales, ¿qué decía el contrato? El titular adquiere el derecho a propiedad en boca de pozo, de cien por ciento de ingreso, 82 por ciento iba a las petroleras y 18 por ciento para los bolivianos. A estos porcentajes le dimos vuelta. Desde 2006 (fecha de la nacionalización de los hidrocarburos bajo el gobierno de Evo Morales), adentro y afuera de la tierra el gas y el petróleo es de los bolivianos. Hemos encargado un estudio internacional con la pregunta si con 18 por ciento las petroleras podrían recuperar su inversión y seguir teniendo utilidades, y la respuesta era afirmativa. Así la oferta era que si querían quedarse en el país, era con el 18 por ciento. Algunos se han quedado otros se han ido. Eso fue el resultado de la nacionalización que responde a políticas económicas.
TD: ¿Y el papel que cumplio el actual presidente?
EM: (Molesto porque se siente interrumpido) ¡Pero compañero periodista déjame hablar! Justamente lo estoy explicando, esas razones. ¿De acuerdo? Entonces, Lucho ha sido importante como economista, cómo atender a las demandas del pueblo que necesita recursos económicos. Eso es como ser padre de familia, cómo garantizar el ingreso de la familia. Juntos hemos aprendido, entendido. Evo, Lucho, Álvaro (García Linera), David y otros ministros. Obviamente, en 2005 no teníamos experiencia en la gestión pública. Ahora tenemos esta experiencia y queremos austeridad. Antes el presidente ganaba como 40 mil bolivianos, bajé ese sueldo a 15 mil bolivianos. Lucho sabe administrar, sabe invertir. Juntos debatimos el gabinete económico, con el gabinete de planificación, con el presidente, con el vicepresidente, para tomar decisiones para el bien de la población.
TD: Usted en su momento dijo que el Golpe de Estado tenía que ver con el litio. Hubo mucha protesta por la región en Potosí por haber elegido al socio ACI Systems. Usted anuló ese contrato en noviembre del 2019. ¿El tema litio entonces queda como pendiente?
EM: El Golpe no sólo ha sido al litio, también a nuestro modelo económico que ha demostrado que otra Bolivia es posible sin el Fondo Monetario Internacional. Ese modelo económico parido (sic) por el pueblo con crecimiento, con reducción de pobreza y desigualdades. Me di cuenta que Estados Unidos no quiere un modelo económico liberado del capitalismo, pero con crecimiento económico. No lo aceptan todavía algunos sectores sociales de Bolivia. Pero especialmente en Estados Unidos que los llamados indios pueden gobernar mejor que la clase conservadora.
Digo Golpe al litio, eso lo dijo Richard Black (legislador estadounidense) el 21 de diciembre del año pasado. Lo dijo textualmente: (Morales empieza a hojear en una carpeta y lee) Con respecto a Bolivia, el legislador asegura que Donald Trump promovió el Golpe de Estado contra Evo Morales por intereses que tiene sus grandes depósitos de litio, mineral fundamental para baterías dentro de los automóviles eléctricos y los componentes tecnológicos modernos. (fin de cita)
Lo dijo tambien el dueño de Tesla. En una conversación en la red social Twitter, el dueño de la empresa de autos eléctricos de Estados Unidos, Ellon (sic) Musk, dijo haber participado en el Golpe de Estado en Bolivia en noviembre del 2019, con el objetivo de apropiarse del litio. Sabe que no es mejor para la gente, el Gobierno de Estados Unidos organizando un Golpe de Estado contra Evo Morales en Bolivia para obtener el litio ahí, le preguntaron en Twitter. Respuesta de Musk: Nosotros vamos a organizar golpes donde queramos, lidien con eso.
Musk financió a los autores del Golpe de Estado en Bolivia, a Mesa, a Camacho y Marco Pumari. Antes del Golpe, durante el Golpe y después del Golpe, repartió millones de dólares a los políticos, la policía, a los grupos racistas. Podemos seguir leyendo…
Cuando empezamos a industrializar no lo aceptan algunos países del occidente, entonces empezamos hasta ahora con nuestras reservas internacionales. Firmamos un acuerdo con China y Alemania por una cuestión de mercado (énfasis) y si quieren ser socios bienvenidos, pero sobre todo por el mercado. Evidentemente, no elegimos a la industria de Estados Unidos de litio por una cuestión de libertad y soberanía económica.
TD: Ahora que el MAS volvió al gobierno, la idea es retomar donde habían quedado hace un año. Porque una de sus últimas gestiones fue dar de baja el contrato con ACI Systems.
EM: Se ha suspendido, pero vamos a retomar, el contrato con China va a continuar, por supuesto con países que quieren ser socios, pero no como patrones.
TD: ¿Es una industria con mucho futuro para Bolivia?
EM: Sí, totalmente porque por una cuestión del medio ambiente, pues el litio es el futuro energético para cuidar el medio ambiente.
TD: Por su recorrido personal dentro del MAS, algunos han dicho que Evo Morales va seguir teniendo una fuerte posición dentro del gobierno y usted se ha demarcado de eso: yo voy a dejar que el gobierno haga lo que tenga que hacer y me voy a dedicar a mi vida privada.
EM: Como fundador, como ex autoridad y como dirigente de un sector importante del movimiento social del trópico y como dirigente del MAS, tenemos la obligación de cuidar la parte ideológica de nuestro movimiento político y los programas sociales. Nuestra tarea es cuidar al presidente Lucho y defender el proceso del cambio. Ésta será nuestra responsabilidad. |