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Los argentinos no pueden creer que sea el mismo Messi

AP
Miercoles, 07 de Abril de 2010

El argentino Lionel Messi del Barcelona durante un partido en Los Angeles. Foto: PI/Armando ARORIZO       ver galería

BUENOS AIRES, Argentina. Otra actuación magistral de Lionel Messi tiene a los argentinos rascándose nuevamente la cabeza: ¿Qué hay que hacer para que el fenomenal delantero juegue en su selección como lo hace en el Barcelona?.

Menudo problema que afecta básicamente al técnico de Argentina Diego Maradona, quien a unos dos meses de la Copa del Mundo en Sudáfrica no le encuentra la vuelta para que Messi deslumbre como lo hace en su equipo español.

La "Pulga" Messi, quien venía de maravillosas actuaciones, volvió a asombrar el martes cuando metió todos los goles en el 4-1 ante el Arsenal inglés, para depositar al Barsa en las semifinales de la Liga de Campeones, en la que es su máximo artillero con ocho dianas.

Con 22 años, Messi volvió a gambetear con asombrosa armonía y a dibujar goles como obras de arte, reafirmando que la corona de mejor jugador del planeta le sienta muy bien.

Pero sus descollantes actuaciones no tienen punto de comparación con aquel titubeante jugador de la selección de Maradona, la cual se clasificó con angustia a la justa mundialista.

"Ahora el problema es de Maradona", destaca el deportivo Olé.

Según Olé, Maradona desaprovecha las virtudes de su connacional al hacerlo jugar en un esquema en el que Argentina ataca de contragolpe, mientras que el técnico de Barcelona Pep Guardiola tiene un módulo de juego de pelota al toque en el que Messi calza a la perfección.

Claro que no toda la culpa sería de Maradona.

Al margen de las tácticas y con la pelota en los pies, con la casaca Albiceleste Messi no mueve a la admiración ni al aplauso.

"El hincha argentino cree que hay dos Messi", destaca el diario La Nación. "Uno en Barsa, que juega y deslumbra, que gambetea y hace jugar y otro en el seleccionado, que no puede desarrollar todo su potencial, que arranca con su zurda endiablada desde atrás y pierde, que apunta y convierte cuando puede".

Maradona, genio y figura del seleccionado argentino campeón mundial en México en 1986, fue distinguido por la FIFA como el mejor jugador de todos los tiempos junto con Pelé.

Si Messi sigue en ese nivel, podría destronarlo en breve.

¿Maradona tiene celos de Messi?.

Todo parece indicar que no.

Si Messi lleva a la Argentina a ganar el Mundial, el mérito también sería de Maradona, quien se estamparía un galardón de oro en su hasta ahora discreta carrera como técnico.

"Messi está en un nivel selecto, siendo el mejor del mundo y figura del Barcelona. Lio está jugando un fulbito con Jesús", dijo Maradona el miércoles a la radio argentina Metro.

"Se va a terminar la polémica Maradona-Pelé", agregó el "10". "Lo mejor es que Messi es argentino. Los brasileños, españoles, alemanes, franceses e italianos van a tener que reconocer que el mejor del mundo nació en este país".

Por ahora, la opinión generalizada en Argentina es que a Messi le falta mucho para ser un Maradona. Pero también a Maradona le faltaría mucho para ser un Guardiola.

"Con una naranja, Maradona hizo mejores cosas que Messi con una pelota", dijo a la AP el empleado de una inmobiliaria, Daniel Rivas. "Pero como técnico Diego es un desastre, y en Sudáfrica solo lo puede salvar Messi".

Maradona, a quien las autoridades del fútbol argentino le regalaron el carnet de entrenador ya que no hizo curso alguno, aterrizó en la selección con un discreto paso como técnico en los años 90 en Racing y Mandiyú, con tres triunfos, 12 empates y ocho derrotas entre ambos equipos.

El ex Pibe de Oro reemplazó en la selección a Alfio Basile, quien renunció en octubre de 2008 tras la derrota 1-0 ante Chile por las eliminatorias mundialistas en las que su equipo venía a los tumbos.

Con nuevo técnico, Argentina siguió igual o peor y recién se clasificó en el último partido cuando venció 1-0 a Uruguay, en octubre pasado en Montevideo.

César Menotti, técnico del seleccionado Albiceleste campeón mundial en 1978 en Buenos Aires, destacó que cuando Messi juega con Argentina "todos esperan que maneje la estrategia del equipo, el pase gol, el gol, todo".

"Pero el equipo todavía no alcanzó el funcionamiento que se esperaba", agregó Menotti. "Argentina corre mucho porque juega mal. Por eso corre tanto. Pero esto es un equipo de fútbol, no un maratón. Messi en el Barcelona juega, y en la selección, corre".

Al margen de sus vaivenes como jugador, Messi tampoco entró de lleno en el corazón de los aficionados, que lo ven más como un catalán que como un argentino.

Messi llegó a Barcelona con apenas 12 años, cuando ese club se hizo cargo de los costos de un tratamiento hormonal para su crecimiento, del que se habría desentendido su club Newell's Old Boys de Rosario, en cuyas divisiones menores jugaba.

Si Carlos Tevez, de Manchester City y ex atacante del popular Boca Juniors, se pierde un gol cantado con Argentina, en el estadio no pasa nada.

Pero si ello le ocurre a Messi, afloran los murmullos de la disconformidad.

"A Messi se lo ha acusado de no cantar el himno, de que es catalán, que no siente la camiseta argentina y que en la selección no pone la misma actitud (ganas) que en el Barcelona", dice el diario La Nación.

Messi casi ni habla con la prensa argentina y cuando lo hace no tiene declaraciones altisonantes ni poses de ídolo.

"Me da bronca que digan que no siento la Albiceleste", dijo Messi en una reciente entrevista en el diario español El País. "Nada me 'jode' (molesta) más que me digan que no soy argentino".

Hace dos semanas, su padre Jorge Messi dijo a la cadena argentina TYC Sports que su hijo "está viviendo un momento muy feliz. En Europa quizás lo traten diferente. Acá (por Argentina) lo que hacen es maltratarlo. Cada vez que se habla de él es para pegarle. Sinceramente no los entiendo".

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