Frank Rijkaard: el Barcelona equilibra seriedad con alegría
Jorge Covarruvias/AP
Sábado, 16 de Diciembre de 2006
La seriedad no excluye la alegría, ha tratado de mantener el equilibrio entre esa actitud. Foto AP
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Yokohama, Tokio, Japón, 16 de diciembre. Preocupado de que la euforia del triunfo por goleada provoque un exceso de confianza en sus jugadores, el técnico del Barcelona, Frank Rijkaard, trata de inculcarles una pizca de seriedad para la final del mundial de clubes ante Internacional de Brasil.
Pero como la seriedad no excluye la alegría, ha tratado de mantener el equilibrio entre esa actitud y ese estado de ánimo con tacto y psicología.
"El fútbol es un juego serio y cada partido tiene su importancia", dijo el técnico holandés el sábado, un día antes de la final. "Es un juego, y juego significa también alegría. Hay que combinar las dos cosas".
"Estamos aquí con mucha alegría, en un ambiente estupendo", acotó como para no enfriar los ánimos de un equipo que llega a la final con una goleada de 4-0 sobre América de México.
De todos modos, teniendo a Ronaldinho en el plantel es difícil reclamar seriedad excesiva, ya que el delantero consagrado dos veces como el mejor del mundo insiste en que "tenemos que salir a disfrutar".
Por eso el mismo Rijkaard, que suele asumir una actitud paternal con sus dirigidos, dijo en vísperas de la final que hay que entrar en el campo con mentalidad ganadora... y también hay que disfrutar".
"La final es un partido único", afirmó. "Los dos son equipos fuertes que han merecido llegar a esa instancia". El equipo brasileño avanzó más trabajosamente que el Barca doblegando por 2-1 al Ahly de Egipto.
"Respeto al oponente", dijo Rijkaard. Y cuando se le preguntó si sería sorpresa que perdiera el Barcelona puesto los equipos de Europa parecen en la actualidad superiores a los de Sudamérica, respondió que "los equipos sudamericanos han ganado las dos últimas copas, y por eso si ganan no será sorpresa".
Corinthians ganó la primera copa mundial de clubes del 2000 y Sao Paulo la segunda en el 2005, ambos conjuntos brasileños.
"Históricamente hemos visto que todo puede pasar", agregó.
Por eso mismo consideró que no había _o no debía haber_ exceso de confianza en sus dirigidos. "No creo que ningún jugador piense que la final será fácil", afirmó. "Estamos conscientes de la fuerza del equipo oponente".
El campeón europeo llegó ya iniciado el torneo, días después que todos los demás equipos, y adujo que los futbolistas habían jugado el primer partido ligeramente afectados por el "jet-lag", aunque en la cancha no se notó.
"El equipo se está adaptando", dijo el técnico el sábado, después de un entrenamiento al filo del mediodía en el terreno de los Marinos de Yokohama. "En lo que se refiere a la energía, todavía no estamos en las mejores condiciones".