Duelo EEUU-México, reto para nuevos técnicos de ambos equipos

Andrew Bagnato/AP
Miercoles, 07 de Febrero de 2007

Sánchez, considerado el mejor jugador de su país en la historia, quiere debutar con el pie derecho al frente del equipo "tricolor". Foto PI/Antonio NAVA

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Glendale, Arizona, E.U.A. 7 de febrero. El técnico de México, Hugo Sánchez, y su colega estadounidense Bob Bradley tienen razones de sobra para buscar el triunfo en el partido que ambos seleccionados disputarán el miércoles.

Bradley trata de convencer a los directivos del fútbol estadounidense para que le quiten el carácter de "interino" a su puesto. Sánchez, considerado el mejor jugador de su país en la historia, quiere debutar con el pie derecho al frente del equipo "tricolor".

"Para los dos, creo que esto es importante", dijo "Hugol" el martes. "Es tan importante para él como para mí ganar. Los dos comenzamos una nueva era".

Sin embargo, las semejanzas terminan ahí.

Sánchez no ha tenido que lidiar con preguntas sobre su futuro. Bradley sustituyó a Bruce Arena y guió a Estados Unidos a una victoria por 3-1 sobre Dinamarca el 20 de enero, en su primer partido.

Para el duelo contra el seleccionado azteca, el técnico convocó a cuatro jugadores que militan en el fútbol inglés: los mediocampistas Clint Dempsey y Bobby Convey, el zaguero Carlos Bocanegra y el arquero Tim Howard.

"Como técnico, uno siempre quiere jugar partidos grandes", dijo Bradley. "No he permitido que esta etiqueta de 'interino' me quite ese deseo".

Sánchez reemplazó al argentino Ricardo La Volpe en noviembre. Mediante la convocatoria de cinco mexicanos que juegan en Europa, "Hugol" ha dejado claro que buscará decididamente el triunfo, aunque también ha señalado que el objetivo será evaluar su plantel para la Copa de Oro de la Concacaf que se disputará este año.

Los directivos de la Federación Mexicana de Fútbol esperan ver cómo responderá el equipo a las instrucciones de Sánchez, de 48 años, quien llevó a los Pumas a dos títulos consecutivos en la liga mexicana pero tomó después las riendas del Necaxa, que fue a los tumbos.

Más de 50.000 boletos han sido vendidos para el partido, que se disputará en el University of Phoenix Stadium, de 62.000 asientos, informaron los organizadores.