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Y en el Zócalo, la muerte tuvo permiso…

El Discurso
Lunes, 31 de Octubre de 2016

Decenas de miles de personas que aguardaban el ingreso del desfile (se calcula que el recorrido total contó con más de un cuarto de millón de asistentes). Foto: PI / Abril Cabrera       ver galería

* Inició la celebración de Día de Muertos en la Ciudad de México; este sábado 29 se llevó a cabo un Magno Desfile del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino, el cual reunió a 250 mil personas

* El recorrido arrancó luego de que el Jefe de Gobierno, los Secretarios capitalinos de Cultura, Medio Ambiente y de Turismo, así como el Secretario de Turismo federal, cortaron el listón inaugural hacia las 15:00 horas

* La ofrenda monumental Canto al Agua en el Zócalo tuvo su encendido simbólico alrededor de las 20:00 horas, posterior a que la artista visual Betsabeé Romero la presentara ante el público

“Una auténtica verbena popular” fue en lo que convirtió la ciudadanía capitalina —en palabras del Secretario de Cultura Eduardo Vázquez Martín—, la jornada inaugural de la Celebración de Muertos en la Ciudad de México, donde, como en el célebre cuento mexicano de Edmundo Valadés, la muerte tuvo permiso.

El pasado sábado 29 de octubre, el Zócalo, la plaza pública más importante del país —convertida en una ofrenda monumental con 120 trajineras-altares que rinden tributo a la ciudad lacustre de Tenochtitlan—, recibió el Magno Desfile con que iniciaron las actividades en torno al Día de Muertos en la Ciudad de México.

Decenas de miles de personas que aguardaban el ingreso del desfile (se calcula que el recorrido total contó con más de un cuarto de millón de asistentes), iniciado a las 15:00 horas en el Ángel de la Independencia, recibieron emocionadas comparsas, carros alegóricos temáticos y un colorido elenco de danzantes tradicionales, marionetas gigantes, alebrijes, mojigangas y grupos musicales que conformaron el primer desfile, que ingresó al Zócalo por la calle 5 de Mayo, después de recorrer Reforma y Avenida Juárez.

Tradición y emoción se conjugaron cuando dos enormes calaveras (un catrín y una catrina, al estilo del grabador José Guadalupe Posada) sobresalieron entre la multitud, recorrieron la plaza entre las calles 5 de Mayo y 16 de Septiembre, dieron vuelta lentamente para avanzar frente al Palacio del Ayuntamiento y enfilarse hacia 20 de Noviembre. En la era de la foto instantánea, los momentos fueron capturados por miles de teléfonos móviles y cámaras, y más de 350 medios nacionales e internacionales acreditados.

Durante el día, miles de visitantes —muchos de ellos disfrazados para la ocasión—, ya fuera en familia, en pareja o en grupos de amigos recorrieron las trajineras-altares coloreadas por los tonos amarillo-naranja de las flores de cempasúchil preparados por la artista visual Betsabeé Romero, que recuerdan de manera circular, a los que abandonaron este mundo durante lo que va del año, entre ellos Teodoro González de León, David Bowie y Juan Gabriel, pero que también claman por el fin de las muertes violentas a cargo del crimen organizado, como los feminicidios y el arrasamiento a comunidades rurales.

La muerte tuvo permiso no para cobrarle factura al abuso de poder, sino para celebrar que en México se recuerda entrañablemente a los difuntos, a los seres queridos emigrados al Mictlán (el lugar de los muertos en la tradición mexica), a quienes se les canta, se les sirve comida, se les encienden veladoras y se les lleva flores. Esta vez también se les bailó durante un desfile en el que participaron 1028 voluntarios, se les cantó son jarocho y canto cardenche durante el mismo y se les recordó festivamente, como se hace en México.

El Zócalo capitalino, ombligo de la gran Tenochtitlan (hasta donde llegaban las trajineras evocadas en la instalación-ofrenda), centro político y social del país, escenario de múltiples movilizaciones populares, fue también el centro cultural de una celebración que durante este sábado derivó en un inmenso escenario para compaginar la tradición y el presente, el rito y la recordación, el sueño perenne de la muerte y el sueño fugaz que es la vida...

Magno Desfile
Coloridas catrinas, calaveras, danzantes tradicionales, mojigangas, marionetas gigantes y carros alegóricos deleitaron a más de 250 mil personas durante el primer Magno Desfile para celebrar el Día de Muertos, que partió del Ángel de la Independencia y llegó al Zócalo capitalino.

El desfile arrancó luego de que el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, los Secretarios capitalinos de Cultura, Eduardo Vázquez Martín; de Medio Ambiente, Tanya Müller, y de Turismo, Miguel Ángel Torruco; así como el Secretario de Turismo federal, Enrique de la Madrid, cortaron el listón inaugural hacia las 15:00 horas.

A partir de ese momento, y después de dar los miembros del presídium el banderazo de inicio, el público congregado en el Ángel de la Independencia, Reforma, Avenida Juárez, 5 de Mayo y el Zócalo disfrutó del desfile dividido en tres segmentos: Viaje al Mictlán, La Muerte Niña y Pal' Panteón, que sintetizan el culto a la muerte y su celebración en México desde la época prehispánica hasta nuestros días.

Acompañados del sonido de percusiones y caracoles, en el segmento del Viaje a Mictlán iban sacerdotes de la muerte, una mojiganga enorme de Mictlantecuhtli (señor del Mictlán, el lugar de los muertos), una comparsa de mujeres personificando al Dios dual, un contingente de guerreros colibríes en patines y una mojiganga monolito que representaba a la diosa Coyolxauhqui animaban a la multitudinaria congregación de un público eufórico.

La vistosidad de La Muerte Niña, que reunió elementos tradicionales del México Virreinal, también acaparó la mirada de niños, jóvenes y adultos, al ver contingentes de muñecas de trapo vivientes a bordo de autos antiguos, acróbatas con trajes texturizados, una comparsa de cartas de lotería en zancos y bicicletas ataviadas como altares de muertos con todas sus denominaciones populares (“estiró la pata”, “colgó los tenis”, “entregó el tacuche”).

En la verbena popular, que el Secretario de Cultura recorrió a pie en sus cuatro kilómetros de longitud, la música y algarabía llegó con el segmento Pal´ Panteón, encabezado por grandes calaveras de papel maché, marionetas, calacas gigantes y una espectacular ofrenda rodante, adornada con flores de cempasúchil y altares dedicados a diversos personajes, como Mario Moreno “Cantinflas” y Juan Gabriel.

Durante el trayecto del desfile, Vázquez Martín dio testimonio del recorrido de las comparsas y compartió con los capitalinos y visitantes de la Ciudad de México que disfrutaban de una fiesta emotiva que duró cerca de tres horas al concluir en el Zócalo, donde se encuentra instalada la Ofrenda-instalación de Betsabeé Romero.

Canto al Agua: Encendido simbólico
Inspirada en la ciudad lacustre de la Gran Tenochtitlan, la ofrenda monumental Canto al Agua (que permanece abierta al público hasta el miércoles 2 de noviembre, de 10:00 a 22:00 horas) tuvo su encendido simbólico alrededor de las 19:30 horas, posterior a que la artista visual Betsabeé Romero la presentara ante la concurrencia en el Foro Artístico, cuya programación dio inicio al mediodía.

La realizadora hizo hincapié en que su instalación contemporánea rinde homenaje al legado de una ciudad “que viajó por agua deslizándose silenciosa, ataviada de montañas, por nítidos canales que llegaban hasta el Zócalo capitalino”. La ofrenda transita por elementos rituales tradicionales como veladoras, flores, papel picado, pan y calaveras, reposando en 120 trajineras como las de Xochimilco que se iluminan de noche, hechas por manos artesanas, cada una dedicada a un personaje o a una situación, que invitan a rememorar y reflexionar a los difuntos.

“Una ofrenda de a pie y de agua. Agua que es remembranza. Trajineras sobre asfalto y piedra. Celebración que abriga el duelo pero también la posibilidad de que en este mar de gente fluya algo de sosiego hecho de flores, color y canto; para que recordemos juntos por tantos muertos y desaparecidos; por tantas razones que nos preocupan y nos matan de una manera u otra”, leyó la artista, una vez que la noche cubrió con su manto la Plaza de la Constitución.

Anunció que las embarcaciones convertidas en altar de muertos están abiertas a la intervención libre del público. “Estas trajineras no pueden fluir si no es con el mensaje de ustedes. Muchas gracias por acompañarme en este viaje a nuestra memoria, en donde el canto del agua tiene que venir de su voz. Bienvenidos todos”, celebró Romero en el encendido simbólico de cada altar.

Programación Artística
El primer día de la Celebración de Muertos en el Zócalo concluyó pasadas las 21:00 horas con un viaje a Mictlán bajo la guía musical de Alyosha Barreiro e invitados, como Nok Niuk, Tonana, Alex Mercado, Métrika, Luis Méndez, danzas tradicionales preparadas por Viviana Basanta e Iztakuauhtli, quienes fusionaron poesía en lengua indígena, música DJ y danzas prehispánicas, en un concierto ritual que sorprendió por su energía, colorido y vestuario, que pudieron ser presenciadas por miembros del jurado y ganadores del Premio CGLU-Ciudad de México-Cultura 21 (el Alcalde de Tombuctú, Malí, Ousmane Hallé; Jon Hawkes y Rénald Gabriele, en representación de Guy Pilon, Alcalde de Vaudreuil-Dorion, comunidad de Québec, Canadá), a invitación del Secretario Eduardo Vázquez Martín.

Antes, la presencia artística contó desde la tarde con el guitarrista mexicano Julio Revueltas, quien ofreció una demostración de su muy creativa maestría en la guitarra eléctrica, que ha dedicado también a lo largo de su obra a temas mexicanos, e inició con la Banda Sinfónica capitalina, elencos de la Escuela de Danza de la CDMX y Rosalía León + Gliese 229, brindando un colorido musical a la ofrenda.

La fiesta tradicional mexicana, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), permanece en el corazón de la capital hasta el 2 de noviembre con más actividades organizadas por el Gobierno de la Ciudad de México a través de la Secretaría de Cultura local.

De manera paralela, el Bosque de Chapultepec fue el punto de partida del Paseo nocturno: Noche de Muertos en Bicicleta, donde personas de todas las edades, incluso acompañadas por sus mascotas, recorrieron el circuito de Reforma hasta llegar al Centro Histórico. El recorrido sobre ruedas que organizó la Secretaría del Medio Ambiente CDMX terminó a las 23:00 horas.

a programación completa de la celebración de Día de Muertos en la Ciudad de México se puede consultar en el micrositio http://data.cultura.cdmx.gob.mx/celebraciondemuertos/. La cartelera completa de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México está en http://www.cultura.cdmx.gob.mx/ y en redes sociales a través de@CulturaCDMX, así como en los hashtags #soycultura y #SomosCultura.

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