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Vino, queso y café contribuyen a bajar de peso, afirma científico

El Discurso
Martes, 26 de Abril de 2016

Otras dietas incluyen la práctica de excluir un grupo alimenticio, ya sea carbohidratos, grasas o cualquier otra cosa. Foto: PI / Armando Arorizo       ver galería

Parecería lo último que se debe hacer, pero ahora resulta que quien quiera bajar de peso debe considerar comer más chocolate y queso, y beber más vino. En el caso de Gran Bretaña, cuya industria alimentaria tiene un valor de 2 mil millones de libras (unos 2 mil 800 millones de dólares), estudios recientes indican que 48 por ciento de la población ha intentado bajar de peso durante el año anterior. Pero no parece estar funcionando, pues las investigaciones muestran que la población excedida de peso es tres veces más numerosa hoy que en 1980.

Ahora, un científico del Colegio Imperial de Londres ha dicho que la falta de éxito se debe a que pasamos por alto un factor clave: la flora intestinal.

Tim Spector, profesor de epidemiología genética y autor de The Diet Myth: The Real Science Behind What We Eat (El mito de la dieta: la ciencia verdadera detrás de lo que comemos), señala que en el intestino hay en promedio 1.8 kilos de microorganismos, y que el número de éstos en el cuerpo supera al de nuestras propias células por 10 a uno. Entonces, ¿cuál debe ser el menú de alguien que quiere bajar de peso?

El profesor Spector recomienda chocolate, vino, café y queso.

En una conferencia en el Festival Literario de Oxford, sostuvo que cada individuo tiene un conjunto diferente de microorganismos en el intestino, que puede influir en los procesos orgánicos, entre ellos el peso.

El pedante control de calorías

Las dietas de moda, que en su mayoría implican un pedante control de calorías o la completa eliminación de uno o más grupos alimenticios, a la larga no ayudan a la mayoría de las personas a eliminar el peso no deseado. El profesor Spector afirma que esto se debe a que pasan por alto el papel esencial que desempeña la flora intestinal.

El control de calorías por sí mismo no funciona, asevera, porque los estudios muestran que las calorías de cierto tipo de alimento tendrán un efecto del todo diferente sobre el peso que las calorías de otro.

Cita un estudio realizado con monos a lo largo de seis años. Algunos animales recibieron calorías de aceite vegetal saludable, en tanto otros las recibieron de grasas trans artificiales. Ambos grupos consumieron el mismo número de energía, pero el último subió de peso y el primero no.

En su libro, el profesor Spector sostiene: Nuestra estrecha visión de la nutrición y del peso como un simple fenómeno de entrada y salida de energía, y nuestra omisión en considerar la flora intestinal, han sido las principales razones del miserable fracaso de las dietas y los consejos nutricionales.

Otras dietas incluyen la práctica de excluir un grupo alimenticio, ya sea carbohidratos, grasas o cualquier otra cosa excepto la sopa de col. El profesor Spector asegura que estas dietas en realidad pueden contribuir a subir de peso o a la mala salud, porque una dieta poco variada disminuye la diversidad de la flora intestinal.

La creciente promoción y uso de dietas restrictivas que se basan en unos cuantos ingredientes conducirá inevitablemente a una mayor reducción de la diversidad de la flora y, a la larga, a mala salud, expresa.

Para mantenerse esbelto y saludable, sostiene, lo mejor son los alimentos que promuevan la reproducción y crecimiento de buenas bacterias en el intestino. Afirma que las personas con mayor diversidad de flora intestinal son más delgadas y saludables, según los estudios que llevó a cabo durante años en mellizos.

¿Y la buena noticia? Asegura que el chocolate, el vino y el café deben figurar en definitiva en el menú de una persona que busque incrementar la diversidad en su flora intestinal.

Los tres contienen polifenoles: antioxidantes que alimentan a la flora y le permiten reproducirse. El vino y el chocolate contienen unos polifenoles llamados flavonoides, los cuales, según Spector, producen efectos antinflamatorios, antioxidantes y en la flora intestinal.

Los flavonoides pueden encontrarse también en las aceitunas y las frutas secas, pero gramo por gramo, el cacao tiene la mayor concentración de polifenoles y flavonoides de cualquier alimento.

En un estudio en 2 mil mellizos, Spector y sus colegas encontraron que los que tenían los niveles más altos de flavonoides en la sangre, procedentes del vino y el chocolate, pesaban menos, tenían mejores arterias, menor presión arterial, huesos más fuertes y menor riesgo de diabetes.

Conviene recordar, sin embargo, que es el cacao del chocolate el que ha mostrado efectos positivos para el intestino, no la leche y el azúcar con que se llena el chocolate comercial.

El queso es también buena elección, en particular los quesos no pasteurizados. Los quesos contienen una amplia variedad de microbios, entre ellos bacterias, levaduras y hongos, y cientos de especies, así como miles de cepas conocidas y desconocidas.

Todo esto contribuye a la diversidad de la flora intestinal, que, asegura, puede hacer que la persona baje de peso y viva más, así como reducir el riesgo de enfermedades.

Por desgracia, cenar cada noche un vaso de vino, un trozo de camembert y una tablilla familiar entera de chocolate no es el camino apropiado. La razón por la que las dietas ricas en chatarra tienden a conducir a un aumento de peso no es necesariamente el contenido de grasas y azúcares, sino que los alimentos muy procesados contienen muy pocos ingredientes.

Lo esencial es consumir una amplia variedad de alimentos y mantener una dieta variada, que sea rica en polifenoles y bacterias saludables.

The Diet Myth: The Real Science Behind What We Eat, de Tim Spector, será publicada por W&N en edición de bolsillo el 12 de mayo.

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