Mayas, el lenguaje de la belleza
El Discurso
Lunes, 14 de Diciembre de 2015
La primera de estas secciones va en relación con el manejo, el uso del cuerpo en la cultura maya, por ejemplo, la práctica de la deformación craneal hasta la mutilación dentaria. Foto: INAH
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* La magna muestra cuenta ya con un catálogo que, a través de imágenes y textos, da cuenta del sofisticado concepto de belleza en el imaginario de esta antigua civilización
* El volumen reúne nuevas perspectivas sobre los paradigmas estéticos de los mayas, considerando sus diferentes tiempos y espacios de desarrollo
La magna exposición Mayas, el lenguaje de la belleza, que permanecerá hasta febrero de 2016 en el Museo Regional de Antropología de Yucatán, Palacio Cantón, en Mérida, y ha sido apreciada en otras sedes del país y en Beijing, China, donde fue visitada por 135 mil personas, cuenta ya con un catálogo que a través de imágenes y textos da cuenta del sofisticado concepto de belleza en el imaginario de esta antigua civilización.
En la presentación de este volumen editado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), José Enrique Ortiz Lanz, coordinador nacional de Museos y Exposiciones de la institución, comentó que esta muestra representó un cambio en la orientación de los montajes arqueológicos, marcada usualmente por la cronología o la temática.
Con Mayas, el lenguaje de la belleza —que continuará su itinerancia el año próximo— se buscó una “renovación en las investigaciones realizadas por especialistas del INAH, sobre la manera en que hemos apreciado esta cultura, un aspecto que parecería obvio, pero no se había presentado”, expresó durante la reunión con medios de comunicación realizada en el Museo Nacional de Antropología.
Esas perspectivas iconográficas novedosas en torno a un caudal de piezas (270 que componen la exhibición), testimonios de los paradigmas estéticos de los mayas en diferentes tiempos y espacios, también se reúnen en la reciente publicación mediante los ensayos de los arqueólogos Miriam Judith Gallegos Gómora, Antonio Benavides Castillo y Adriana Velázquez Morlet.
María Teresa Franco, directora general del INAH, resalta en el texto introductorio del catálogo las particulares características de manufactura, procedencia y significado de las piezas, que reflejan el pensamiento de esta cultura ancestral, elaboradas en cerámica, jadeíta, concha y piedra de diferentes estilos, provenientes de las cinco entidades que comprenden el área maya: Yucatán, Campeche, Tabasco, Chiapas y Quintana Roo.
José Enrique Ortiz Lanz remarcó el trabajo de Karina Romero, curadora de la exposición, para articular ésta en cuatro ejes en que está organizado el contenido del catálogo.
“La primera de estas secciones va en relación con el manejo, el uso del cuerpo en la cultura maya, por ejemplo, la práctica de la deformación craneal hasta la mutilación dentaria. Lo anterior es una constante cultural de carácter universal. Un segundo aspecto demuestra la estratificación social de esta civilización a partir de la vestimenta y el empleo de ciertos atavíos”.
El tercer tema está dedicado a los animales como seres consustanciales al humano, una concepción común entre las civilizaciones mesoamericanas. Finalmente, el apartado que aborda a las deidades mayas las muestra como creaciones a imagen y semejanza del hombre. “Son ideas novedosas con respecto a la manera en que hemos abordado a las divinidades y las fuerzas”.
Karina Romero hizo hincapié en que los investigadores: arqueólogos, antropólogos físicos, historiadores del arte, entre otros especialistas, han venido a renovar y completar el conocimiento sobre el llamado mundo maya, que antes se sustentaba básicamente en testimonios de los antiguos cronistas y viajeros.
Al respecto, la arqueóloga Judith Gallegos, investigadora del Centro INAH Tabasco, refirió que mediante el estudio de la vestimenta y las modificaciones corporales que se observan en la iconografía maya se pueden establecer aspectos como la procedencia y el estatus de los personajes representados.
“Particularmente, al estar analizando las figurillas femeninas, hemos identificado los arquetipos imperantes en cada sitio arqueológico. Por ejemplo, en las piezas procedentes de Lagartero, una zona arqueológica chiapaneca, se ve que las mujeres usaban tejidos muy finos, mientras las de Jonuta portaban sólo un enredo que iba de la cintura hacia abajo.
“Es de resaltar que las viejas no eran representadas, al igual que aquellas con alguna deformidad. El ideal era la mujer joven, fértil, de modo que casi siempre aparece asociada a actividades domésticas como la crianza”.
El catálogo es también un recorrido visual de estilos, técnicas y materiales, a través de cada una de las obras que integran Mayas, el lenguaje de la belleza, procedentes del acervo de más de una decena de museos y centros regionales del INAH, así como del Museo Regional de Antropología “Carlos Pellicer Cámara”, del Instituto de Cultura de Tabasco.
La edición (que luce en su portada la figurilla de hombre con tocado sencillo (detalle), de la colección del Museo Regional de Antropología “Carlos Pellicer Cámara”, de Villahermosa, Tabasco, incluye algunos textos bilingües, una selección de piezas por secciones con una breve descripción en inglés y español, y la lista de obra de la exposición.
Fruto del trabajo de múltiples investigadores mayistas de diversas disciplinas, la muestra presenta un recorrido por diversas temporalidades, desde objetos creados hacia el año 100 a.C. hasta piezas elaboradas en 1200 de nuestra era.
Mayas, el lenguaje de la belleza se ha presentado en los museos Maya de Cancún, en Quintana Roo; Regional de Antropología “Carlos Pellicer Cámara”, en Villahermosa, Tabasco; el Nacional de China, en Beijing, y el Regional de Antropología de Yucatán, Palacio Cantón, en Mérida, Yucatán, donde permanecerá hasta febrero de 2016.