Último adiós a Chavela Vargas en el Palacio de Bellas Artes

El Discurso
Miercoles, 08 de Agosto de 2012

Chavela siguió grabando porque le dio la gana, siguió cantando porque le dio la gana. Foto: Octavio Nava

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Los mariachis aún no callan, aún suenan y acompañan las cientos de voces de amigos, personalidades y admiradores que al ritmo de su música le quieren dar un último adiós, tal como ella lo quería, de manera alegre y cantando, a la Dama del Poncho Rojo, Chavela Vargas.

Fueron tantas las cosa que creo Chavela y las que planeaba hacer a futuro que pensé que nunca se iba a morir, pero se murió, y ahora que ya no está comienza su verdadera leyenda y el gran ejemplo que va a esparcirse por todo México, por toda España y por todo el mundo donde se le quiere y admira, dijo María Cortina, amiga y biógrafa de la cantante, durante el último adiós a Chavela en el Palacio de Bellas Artes.

Ante la presencia de Consuelo Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA); la Secretaria de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, Nina Serratos Zavala, y Teresa Vicencio, directora General del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), María Cortina dio las gracias a Chavela no sólo por todo lo que aportó a la música ranchera, latinoamericana y mexicana, sino también porque se convirtió en un ser muy querido para todos los mexicanos.

Mucho se ha dicho en los distintos homenajes del legado de Chavela, dijo Cortina, por ello “yo quiero hablar de la mujer independiente, que aún sentada en su silla de ruedas, nunca perdió su independencia, y quiero hablar también de la Chavela Vargas creativa, pues ella siempre tenía proyectos nuevos en su mente”.

Chavela siguió grabando porque le dio la gana, siguió cantando porque le dio la gana, hizo homenajes a su poeta preferido Federico García Lorca porque le dio la gana, viajó a Madrid para rendirle un homenaje, y a despedirse de sus amigos españoles, porque le dio la gana, y aunque muchos esperaban que allá moriría, ella regresó a México, también porque le dio la gana.

A su vez, Teresa Vicencio, la recordó como una de las cantantes más entrañables de la cultura contemporánea: figura siempre llena de pasión por todo lo que hacía y decía. Hoy los que trabajamos en cultura debemos reconocerle no sólo como una de las más destacadas interpretes de música vernácula, sino de distintos géneros, y con tristeza pero con gran orgullo nos despedimos en este lugar que fue su casa, y la recordaremos como una mujer irrepetible que hizo de su vida una acción firme y decidida.

Previo al homenaje musical que las herederas de su legado, sus amigas y compañeras en muchos escenarios, Lila Downs, Tania Libertad y Eugenia León nuevamente le rindieron, la titular de CONACULTA, Consuelo Sáizar hizo una retrospectiva de la costarricense, reconocida a sí misma como mexicana, y afirmó que cambió la forma en que la canción mexicana se escuchaba en el mundo.

Chavela fue velada en Garibaldi y en Bellas Artes para hacer evidente hasta el final lo que nos mostró con su vida: un canto desde las entrañas que sacudió y emocionó a todo el arco social, un canto que desgarraba para el pueblo, y para otros estratos la conexión total con lo mexicano, aseguró Consuelo Saizar.

Y recordó que también abrió un espacio para la voz bravía de las mujeres, al igual que Lucha Reyes, Lucha Villa, Lola Beltrán y otras.

Al homenaje de cuerpo presente organizado por los gobiernos local y federal a través de sus instancias de cultura, también acudieron los Embajadores de España y Costa Rica, además de que las cantantes y amigas de la Vargas, Lila, Tania y Eugenia interpretaron los temas más emblemáticos de Chavela como: Las pequeñas cosas, Flor de azalea, Cruz de olvido y en un emotivo trío que hizo cantar a todos los asistentes, cuando interpretaron La llorona y Las golondrinas.