Los nuevos juguetes, sofisticados, pero no fomentan la imaginación
El Discurso
Jueves, 05 de Enero de 2017
El problema es que en ocasiones la tecnología te da la historia y el niño ya no la imagina completa, explicó. Foto: PI / Antonio Nava
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Lentes de realidad virtual, con los que los niños, mediante juegos que se descargan en celulares, pueden conducir una motocicleta o matar zombies; Hatchimals, huevos que después de cierto tiempo de acariciarlos se rompen para dejar salir a un animalito de peluche que habla; drones con cámara incluida para tomar fotos y video, y pistolas Nerf, que lanzan cinco dardos por segundo: estos son algunos de los juguetes novedosos que pedirán los menores a los Reyes Magos, cuyos precios oscilan entre 700 y 4 mil pesos, de acuerdo con un recorrido realizado por romerías, exposiciones de venta y centros comerciales.
No obstante, en estos lugares lo que más abunda son las muñecas de moda, carros, muñecos de peluche, figuras de acción, casitas, barbies, juguetes que existen desde hace 20 años, sólo que actualmente tienen tecnología más compleja, señaló en entrevista la académica Rosalía Winocur Iparaguirre, del departamento de Educación y Comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Xochimilco.
De acuerdo con Winocur, aunque son más sofisticados y completos, algunos artículos no cumplen las características que deberían privilegiar: que el niño desarrolle la imaginación y habilidades motoras y que sea una herramienta que le permita descargar energía.
El problema es que en ocasiones la tecnología te da la historia y el niño ya no la imagina completa, explicó. Antes, ya sea con muñecos, soldados o animalitos, solos o acompañados, generabas de alguna manera un inicio, un clímax y un fin en el momento que tú lo consideraras. Pero eso ya está dado. Por ejemplo, con un Nenuco que habla y se mueve, no tienes que imaginar que te pide de comer porque ya lo hace.
De acuerdo con información de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México, este año los niños pedirán en sus cartas a los Magos de Oriente muñecas de moda, figuras de acción, peluches, bicicletas y también celulares, tablets y consolas de videojuego.
Fer, una niña de cinco años, en la carta que depositó en el el Palacio Postal del Centro de la Ciudad de México pidió a Melchor, Gaspar y Baltazar una bicicleta, una tableta, un bebé y unas burbujas, mientras Luis, de nueve años, quiere un muñeco de los Caballeros del Zodiaco, una pistola Nerf y un Xbox con un juego y control.
Para Winocur, los niños se sienten atraídos hacia los dispositivos tecnológicos porque son contagiados por sus padres, pero también por sus compañeros de clases. Es imitación social, pues con estos medios se comunican con sus pares, dijo Laura Cecin, académica de sicología de la Universidad Iberoamericana.
El año pasado 65 millones de personas tenían acceso a Internet, de las cuales 15 por ciento tenían menos de 13 años, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Internet.
Cecin indicó que los menores usan los celulares y tablets para el ocio, jugar y relacionarse, pero al mismo tiempo para aprender. Generan un lazo con estas herramientas por el sistema de recompensa, pues al ganar puntos con juegos o aplicaciones se liberan neurotransmisores en el cerebro, que provocan sensación placentera.
Sin embargo, sin supervisión y reglas se deja espacio para que los menores sean violentados por las redes sociales, por ejemplo.
Por ello, ambas especialistas sugirieron a los padres restringir el uso de estos dispositivos y estar al pendiente de qué hacen los menores con ellos. Que (el niño) aprenda que hay horarios y días para jugar cierto tipo de cosas y que el resto de los otros días debe generar sus propias estrategias para entretenerse.