Las hojas de chirimoya, útiles contra la diabetes
El Discurso
Lunes, 07 de Marzo de 2016
El proyecto es desarrollado por los científicos Ivonne Olivares Corichi, de la Escuela Superior de Medicina. Foto: Internet
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Investigadores de los institutos Politécnico Nacional (IPN) y Mexicano del Seguro Social (IMSS) comprobaron que las hojas de chirimoya podrían ayudar a controlar la diabetes mellitus tipo 2 sin efectos secundarios. Los especialistas consideran la posibilidad de producir, a mediano plazo, un fitofármaco que complemente los tratamientos orales.
El proyecto es desarrollado por los científicos Ivonne Olivares Corichi, de la Escuela Superior de Medicina (ESM); Fernando Calzada Bermejo, de la unidad de Investigación Médica en Farmacología del Centro Médico Nacional Siglo XXI, y Jesús Iván Solares Pascasio, quien con este proyecto obtuvo el grado de maestro en ciencias con especialidad en farmacología.
Después de dos años de experimentación en ratones y ratas, los investigadores validaron el uso tradicional de las hojas de Annona cherimola como regulador de los niveles de glucosa en la sangre, es decir, si el índice está por debajo del nivel, lo eleva, y si es superior, lo reduce. Antes de realizar estudios clínicos en humanos, corroborarán dichos efectos en cerdos, porque es la especie que más se asemeja al hombre en la producción de insulina.
Señalaron que aunque las plantas tengan uso tradicional, es indispensable validar los efectos biológicos para comprobar que son seguras. Añadieron que cinco de las seis especies de anonas tienen efectos toxicológicos, pero el tipo cherimola es inocuo.
Detallaron que aun cuando administraron altas dosis del extracto a los modelos animales, no les afectaron los órganos internos. Esos experimentos les permitieron estandarizar la dosis adecuada para que el compuesto activo tenga efecto antidiabético las cuatro primeras horas después de su administración.
Durante 28 días suministraron el extracto a los roedores diabéticos y valoraron que una semana después de suspender el tratamiento, el efecto antidiabético continuó. Realizaron el mismo experimento con un grupo de animales sanos y comprobaron que no registraron niveles por debajo del índice normal.
Tomando en cuenta los efectos, el extracto y el compuesto activo podrían ser un buen complemento de fármacos como metformina, glibenclamida y acarbosa, pues los estudios de combinación confirmaron que la especie vegetal no interactúa con éstos.
Otra razón para elaborar un fitofármaco es que, a diferencia del fruto (chirimoya), las hojas no tienen uso comercial, por lo que este recurso es abundante y no se pondría en peligro.