Lamentan el fallecimiento de Ernesto de la Peña
El Discurso
Lunes, 10 de Septiembre de 2012
Ernesto de la Peña, quien falleció a las 6:00 de la mañana de este lunes 10 de septiembre, víctima de un paro cardiorespiratorio. Foto:Octavio Nava
|
|
ver galería
|
El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes lamenta el fallecimiento del escritor, filólogo, políglota, traductor y difusor cultural mexicano Ernesto de la Peña, quien falleció a las 6:00 de la mañana de este lunes 10 de septiembre, víctima de un paro cardiorespiratorio.
Ernesto de la Peña (Ciudad de México, 21 de noviembre de 1927) recibió hace una semana el Premio Internacional Menéndez Pelayo y la Medalla de Honor de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, “por sus méritos académicos”.
Este reconocimiento se sumó a una serie de galardones que el estudioso del idioma español acumuló en vida: el Premio Xavier Villaurrutia en 1988, el Nacional de Ciencias y Artes en el área de Lingüística y Literatura en 2003, el Alfonso Reyes en 2008, la Medalla de Oro de Bellas Artes 2007, el Premio Nacional de Comunicación “José Pagés Llergo” en 2009, la Medalla Mozart en 2012, entre otros.
Miembro de la Real Academia de la Lengua Española y de la Academia Mexicana de la Lengua desde 1993, Ernesto de la Peña estudió Letras Clásicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde también fue traductor de griego y latín.
Realizó estudios de sánscrito y chino en El Colegio de México; de hebreo en la Escuela Monte Sinaí y de manera autodidacta aprendió otros idiomas, hasta llegar a conocer 33 lenguas.
De su obra destacan Las estratagemas de Dios (1988), El indeleble caso de Borelli (1992) y La rosa transfigurada (1999).
Además era miembro del Consejo de Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes y del Consejo Consultivo del Archivo General de la Nación, así como conductor y comentarista de programas culturales en radio y televisión y colaborador en diversos periódicos y revistas en nuestro país.
Pero sobretodo, Ernesto de la Peña fue un amante de la lengua y la literatura, uno de esos hombres cuya erudición es indiscutible.