La Mar:primer elemento, sinfonía de emociones náuticas
Sábado, 21 de Abril de 2012
Equipados con jazz y música clásica, la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) con el quinteto del trompetista francés Alex Tassel, invitaron al público del Teatro de la Ciudad Esperanza Iris a realizar un viaje por el Atlántico, donde se entretejieron el significado de una Despedida, el de una Salida y el de la Nostalgia en alta mar, con la presentación única de la sinfonía La Mar: el primer elemento.
La combinación entre las notas se entremezcló con imágenes de la regata trasatlántica de veleros entre Saint Nazaire, Francia y Progreso, Yucatán, proyectadas en el escenario en una pantalla. Este recorrido se ha realizado hasta ahora en dos ocasiones, 2009 y 2012, y los asistentes al concierto, extasiados por la música y las imágenes ––que aplaudían al término de cada pieza y al concluir lo hicieron de pie––, evocaron con estos elementos el testimonio de quienes realizaron el viaje.
Un inicio luminoso, con el tránsito por cada movimiento que intentó describir lo que sintieron esos marinos en alta mar, para transmitirlo a los asistentes a este inusual platillo musical, apoyado por la Secretaría de Cultura del Distrito Federal, con el fin de dar a conocer la Ruta Solidaria del Chocolate, evento deportivo, cultural y musical, organizado sin fines de lucro y con objetivos de desarrollo social, protección ambiental y solidaridad intercultural.
La sinfonía La Mar: el primer elemento fue compuesta expresamente por el reconocido trompetista francés Alex Tassel, para conmemorar la segunda edición de la Ruta Solidaria del Chocolate, nombre que se dio a esta regata trasatlántica de veleros, debido al tránsito que tuvo esta bebida, creada en el Nuevo Mundo, ahora de corte internacional.
Con arreglos del prestigiado compositor británico Guy Barker, la sinfonía fue grabada en enero 2012 en el Centro Cultural Ollin Yoliztli del Distrito Federal, con la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, bajo la dirección del maestro José Areán. La obra presenta en ocho movimientos la travesía que recorre el alma de un navegante al surcar el océano Atlántico con tan sólo la fuerza del viento: El adios; La salida, Nostalgia, La Tormenta, La Calma, La Prisa, Soledad y La llegada.
La presentación de anoche fue gratuita, aunque se colocó una caja para que los asistentes hicieran alguna aportación monetaria, ya que los ingresos y la venta de discos se dedicarán totalmente a un proyecto social en la costa de Yucatán, donde los pescadores de pulpo y langosta realizan su labor sin equipo de buceo, a pleno pulmón y muchas veces padecen de descompresión, que puede llevarlos a la muerte. La idea es que las ganancias sean utilizadas para la compra de una cámara de descompresión que pueda ayudarlos.
Música que revela la esforzada vida, hermosa, con sus vicisitudes, pues luego de la Nostalgia descrita en el tercer movimiento, llegó La Tormenta, y tras ella La Calma, el quinto movimiento, y más adelanta La Prisa por llegar, por tocar de nuevo la tierra, recibir los abrazos de la gente, lo cual sin embargo conduce, irremediablemente, a la Soledad, el séptimo movimiento.
Y como en el arca de Noé, cuando ya los marinos se habían resignado a la soledad del mar y los rayos del sol, las aves hicieron presencia en sus embarcaciones, como anuncio de que la Tierra de la gran promesa estaba cerca; un crepúsculo se los confirmó, acompañado por las cadenciosas notas del saxofón y la trompeta en síncopa, hasta que La Meta, el último movimiento, se los confirmó.
El tiempo en Yucatán era cálido, con su gente, por eso los navegantes fueron recibidos entre música de danzón y coplas de trovadores y hermosos rostros de yucatecas vestidas con floreados huipiles. Emociones contenidas y luego desbordadas en la Ruta Solidaria del Chocolate, un recorrido en velero por el Atlántico y por los corazones de estos navegantes, que tuvieron que surcar largas dimensiones para descubrir la verdad en sus corazones.
Con 36 años de edad Alex Tassel es uno de los trompetistas más renombrados de la escena jazz europea, con más de 40 discos grabados con personalidades de la talla de Manú Kaché (baterista de Peter Gabriel), André Ceccarelli, Sanseverino y otros. Los arreglos fueron la obra de Guy Barker, connotado arreglista británico conocido por su eclecticismo al haber colaborado con personalidades tan diversas como Sting, Elvis Costello, George Michael, Van Morrison, Robbie Williams, Sammy Davis Jr o Frank Sinatra.
Al quinteto de Tassel se le sumaron cuatro músicos de talla mundial: Sylvain Beuf en el sax tenor; Laurent de Wilde en el piano, Diego Imbert en el contrabajo y Julien Charlet en la batería. La Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México estuvo dirigida por el maestro José Areán.
Durante la presentación de la sinfonía, el secretario de Turismo de la Ciudad de México, Carlos Mackinlay, agradeció la participación de los involucrados en este proyecto.
