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En un museo etnológico hablamos del otro y de nosotros mismos: Stéphane Martin

El Discurso
Lunes, 25 de Enero de 2016

Stéphane Martin, presidente del Museo del quai Branly durante su conferencia magistral. Foto: PI / Héctor Montaño       ver galería

* El especialista francés, presidente y director general del Museo del quai Branly, disertó sobre la relevancia y actualidad de los museos etnológicos

* La ponencia se realizó con motivo de la presencia en México de la exposición Río Congo, artes de África Central, colaboración entre el INAH y el museo parisino

En el siglo XXI es preciso dejar atrás los discursos de los museos etnológicos que sintetizaban la historia de los pueblos en una vitrina, para dar paso a una nueva visión que busque promover el diálogo entre las culturas de diversas latitudes en un espacio contemporáneo y sin visiones dominantes, “porque cuando hablamos del otro también nos referimos a nosotros mismos”, planteó Stéphane Martin, presidente y director general del Museo del quai Branly, de París, Francia, durante la conferencia magistral ofrecida la víspera en el Museo Nacional de Antropología.

Teresa Franco, directora general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dio la bienvenida al especialista en el campo de la museología, “poseedor de una fructífera trayectoria en la investigación y administración cultural, y con una gran capacidad lúdica”, para dar paso a la ponencia ¿Para qué sirve un museo de etnología en el siglo XXI?, dictada por el doctor Martin, en el marco de las actividades que se realizan en torno a la exposición Río Congo, artes de África Central, que se exhibe en este recinto.

Mencionó que la participación de Stéphane Martin se suma a las labores de cooperación que ambas instituciones han venido realizando, y gracias a las cuales exposiciones como Teotihuacan, ciudad de los dioses; Mayas. Revelación de un tiempo sin fin y actualmente Río Congo, artes de África Central, cuyas piezas provienen del acervo del Museo del quai Branly, han permitido a mexicanos y franceses tender un puente de conocimiento hacia otras civilizaciones.

En la conferencia impartida en el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, también estuvieron como invitados especiales Maryse Bossière, embajadora de Francia en México; Enrique Ortiz Lanz, coordinador nacional de Museos y Exposiciones, y Antonio Saborit, director del Museo Nacional de Antropología.

¿Para qué sirve un museo de etnología en el siglo XXI? fue la interrogante que planteó Stéphane Martin al comenzar su disertación y refirió que el antecedente de este tipo de museos se ubica en los años de las guerras entre los países europeos y los pueblos que a la postre serían sus colonias y que dieron lugar a numerosas compilaciones privadas de objetos provenientes de aquellos territorios. Estas colecciones fueron denominadas “gabinetes de curiosidades”, una fiel muestra de las relaciones de brutalidad y poder entre civilizaciones.

Ahí nacieron discursos “altaneros”, donde además de mostrar la alteridad en términos de curiosidad, los objetos se agrupaban en un catálogo y los museos eran entonces una síntesis gracias a la cual cada pueblo se resumía en una vitrina.

De acuerdo con Stéphane Martin, a partir de la década de los 50 del siglo pasado, los museos etnológicos experimentaron cambios sustanciales: las convenciones aceptadas dejaron de serlo y surgieron nuevos orgullos autóctonos, y aunque inició el reconocimiento del carácter artístico de las civilizaciones no europeas, persistía una crisis de representación debido al contexto artificial que los museos ofrecían a piezas que no fueron creadas para esos espacios.

Ahora la actualidad plantea retos a todos quienes están al frente de los museos, debido a que cualquier espectador puede encontrar un cúmulo de imágenes que le ofrece la internet y por lo tanto puede conocer en lo inmediato cualquier cultura desconocida.

La respuesta a la pregunta ¿Para qué sirve un museo de etnología en el siglo XXI? ha sido una búsqueda constante en el pensamiento de Stéphane Martin desde que en 1998 encabezó los esfuerzos para la creación de un museo que, como lo planteó su principal impulsor, el entonces presidente francés Jacques Chirac, debía promover el diálogo entre las culturas de diversas latitudes en un espacio contemporáneo.

Museo de la alteridad sin visión dominante, el quai Branly, de acuerdo con el doctor, es innovador en sus propuestas; inclusive gente que no es parte de él tiene la oportunidad de plantear sus propios discursos de exhibición respecto al tema etnológico deseado.

“Esta experiencia dota a cada público de una visión dual. Cuando hablamos del otro, también nos referimos a nosotros mismos”, indicó el ponente francés y enfatizó que la parte del universo y del discurso de la humanidad que presenta cada museo etnológico puede abordarse desde la subjetividad y tomando distancia de antiguos discursos.

Stéphane Martin resaltó la importancia de contar con una política cultural dinámica y mencionó que no existe una solución única a los retos museísticos del mundo actual, sino varias posibilidades.

La exposición Río Congo, artes de África Central, está compuesta por 345 piezas provenientes del Museo del quai Branly; a la fecha ha sido visitada por alrededor de 34 mil personas y permanecerá abierta hasta el 3 abril del año en curso en la Sala de Exposiciones Temporales del Museo Nacional de Antropología (Reforma y Gandhi, Bosque de Chapultepec). La entrada es gratuita.

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