El hombre-maíz, creación híbrida en Mesoamérica: Matos Moctezuma
El Discurso
Jueves, 04 de Febrero de 2016
En la conferencia inaugural, el arqueólogo resaltó la existencia de las divinidades mesoamericanas. Foto: PI / Mauricio Marat
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* El coloquio multidisciplinario Híbridos. El cuerpo como imaginario reúne a especialistas de diversos países en torno a la representación del hibridismo en la antropología, la ciencia y el arte
* En la conferencia inaugural, el arqueólogo resaltó la existencia de las divinidades mesoamericanas como muestra del imaginario del hombre antiguo, cargado de simbolismos
A través de la antropología, la ciencia y el arte, varios especialistas dialogan sobre el fenómeno de hibridación en las diversas sociedades, desde el principio de su historia y en los más complejos sistemas culturales, en el Coloquio Internacional Híbridos. El cuerpo como imaginario, que este miércoles inició en el Museo Nacional de Antropología.
Con el tema Arqueologías de la imagen híbrida, Eduardo Matos Moctezuma ofreció la conferencia magistral con la que inició la jornada. Señaló que el primer hibridismo en Mesoamérica es el hombre mismo. Creado a partir del maíz, según los relatos mitológicos, este hombre a su vez crea dioses gracias al desarrollo de su imaginación y su capacidad de observación de la naturaleza.
El arqueólogo proyectó imágenes de representaciones en piedra de divinidades como Quetzalcóatl, Coatlicue y el dios murciélago, para presentar un muestrario de seres híbridos que habitaron el imaginario del hombre antiguo mesoamericano.
La serpiente y el ave son la representación de la tierra y lo celeste, que se unen para dar vida a Quetzalcóatl. El dios creador de la mañana y de la tarde tiene un ámbito muy amplio en su quehacer, en el cual figura la propia creación del hombre.
Tláloc, dios del agua y la fertilidad, era simbolizado en forma de olla o recipiente para contener semillas o el líquido vital de la matriz femenina, símbolo de creación y vida. La serpiente, que generalmente acompaña a estas representaciones, habla de la relación de Tláloc con la tierra, ámbito alusivo a la fertilidad; el color azul se refiere a lo celeste. Esta deidad podía expresar también un carácter negativo como dadora de muerte, mediante la sequía o las granizadas.
En el acto inaugural del coloquio, estuvieron presentes Antonio Saborit, director del Museo Nacional de Antropología, y Miguel Fernández Félix, director del Museo del Palacio de Bellas Artes, quienes como representantes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), instituciones organizadoras de este encuentro, dieron la bienvenida a ponentes y público en general en el Auditorio Jaime Torres Bodet del MNA.
Tatyana Franck, directora del Museo del Eliseo de Suiza, rindió homenaje al nacimiento del dadaísmo, que “hace 100 años puso en duda las tradicionales expresiones artísticas y dio paso a la proliferación de formas híbridas en el arte”. Señaló que la finalidad del coloquio es tender puentes y diálogos transversales para superar los límites del conocimiento respecto a este tema.
Valentine Losseau, antropóloga del Laboratorio de Antropología Social del Colegio de Francia, se refirió al híbrido como un enigma que nos toca descifrar, que a veces es innombrable, un conjunto indivisible que nos hace luchar contra el hechizo de nuestra inteligencia.
Mañana jueves participarán Néstor García Canclini y Adolfo Mantilla con el tema de hibridaciones subversivas en las culturas contemporáneas; Theo Mercier y Johannes Neurath abordarán el concepto de las identidades múltiples en el arte y el ritual, y la artista francesa ORLAN dictará la conferencia magistral Las metamorfosis del cuerpo: el individuo puesto a prueba en el imaginario.