El clitoris esta en el epicentro del placer femenino: expertas
El Discurso
Jueves, 28 de Junio de 2018
Aunque su anatomía se descubrió en 1559, desde entonces permaneció como ese gran olvidado, creemos que porque no intervenía en la fecundación.
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Su única función es hacer disfrutar a las mujeres, pero pocas lo conocen en profundidad. El clítoris está en el epicentro del placer femenino pero durante siglos fue ignorado por una sexualidad basada en la satisfacción de los hombres.
Aunque su anatomía se descubrió en 1559, desde entonces permaneció como ese gran olvidado, creemos que porque no intervenía en la fecundación, explica la sexóloga belga Alexandra Hubin, de 40 años.
Ella y la periodista francesa Caroline Michel acaban de publicar Entre mis labios, mi clítoris (Editorial Urano), un ameno libro que indaga en los secretos de este órgano y su función en las relaciones sexuales.
El pene es un órgano exterior, el clítoris es más interior, pero son dos órganos que necesitan entrar en erección, recibir flujo sanguíneo para después ofrecernos toda una paleta de placeres gracias a las caricias, explica Hubin, de visita promocional en Madrid.
En su investigación, a las autoras les sorprendió que las mujeres tuvieran la idea de que el clítoris es ese botoncito, esa perlita que hay que activar acariciando, cuando en realidad es como un gran pulpo que también tiene tentáculos que arropan y rodean a la vagina.
Ese botoncito es el glande, la parte más exterior del clítoris, que mide un centímetro y tiene miles de terminaciones nerviosas. De él parte un tronco que se prolonga en el interior del cuerpo y se ramifica en dos raíces que rodean la uretra y la vagina. En total es un órgano de unos nueve a 11 centímetros.
El libro también aborda el mito del orgasmo vaginal y de que es más placentero que el clitoriano. Parte de ese mito es responsabilidad de Sigmund Freud, quien durante años sostuvo que las mujeres que disfrutaban con el clítoris eran inmaduras.
Como explican las autoras, hoy día se considera que el orgasmo vaginal también nace en el clítoris, pero mediante su estimulación interna a través de las paredes de la vagina.
Esto se sabe en parte gracias a los famosos sexólogos estadunidenses Alfred Kinsey, Howell Masters y Virginia Johnson. En 1953, Kinsey habló en uno de sus célebres informes sobre la mayor sensibilidad del clítoris frente a la de las paredes vaginales. Masters y Johnson lo situaron en el centro del placer después de haber estudiado miles de orgasmos de casi 700 personas.
Cada vez más se acaba con esa idea de que la mujer obtiene 100 por ciento del placer por medio de la penetración y del orgasmo vaginal, señala Hubin. Esa creencia de que había dos categorías de orgasmos ?ha representado una gran presión en todas las mujeres, muchas no han alcanzado el verdadero placer sexual femenino.
Ahora las cosas están cambiando y se sabe que el placer se puede conseguir mediante una estimulación exterior del clítoris, porque ahí es donde hay más receptores sensoriales en la mujer, añade esta experta con cuatro libros publicados.
Pero, ¿cómo se transmite esto a los hombres? Comprándoles este libro, bromea Hubin, aunque después insiste en que está destinado tanto a hombres como a mujeres.
Hubin compagina la investigación con su participación en programas de televisión en Francia y ha fundado la sexología positiva. Defiende que la comunicación dentro de la pareja sea siempre en términos positivos, también en lo que se refiere al sexo. Se puede transmitir cuál es la fuente de placer de cada uno de forma verbal o no verbal, explica, pero sin entrar en el mundo de los reproches, que hacen que la pareja pierda confianza.
Otra estrella de la sexualidad femenina es el llamado punto G, que podría corresponderse con una zona de contacto entre la parte interior del clítoris y la zona vaginal. Hay un punto que las mujeres suelen decir que les hace disfrutar, que se podría activar por medio del dedo o del pene y que parece que sería el más reactivo, señala la experta.
Pero para Hubin es importante decir que en nuestro cuerpo tenemos todo el alfabeto, no sólo el punto G. Por eso este libro insiste en que no hay una única forma de llegar al placer y explora distintas maneras de alcanzarlo y fomentarlo, como los masajes, la masturbación o la literatura erótica.
Parece que las mujeres prefieren la literatura erótica a las películas porno, según las investigaciones, apunta. A la mujer le gusta más la descripción de lo que siente. Aun así, también en el caso de las novelas hay que saber diferenciar lo que es ficción. ?En Cincuenta sombras de Grey, la protagonista, Anastasia, es virgen y tiene varios orgasmos en su primera relación. Ahora me llegan muchas chicas a la consulta preguntando si son frígidas?, cuenta.
En cuanto al porno orientado a mujeres, prácticamente inexistente, podríamos estar ante una nueva tendencia. Ahora empiezan a surgir alguna directora o alguna guionista de películas porno y un tipo de película que se dirige algo más a las mujeres, pero estamos muy al principio, reconoce.